Fecha:
2024-07-17
Hora:
19:00 - 20:30
Modalidad:
Online
Masterclass Historia Militar: La participación del Batallón de Infantería Colombia en la Guerra de Corea en 1951
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El pasado 17 de julio de 2024, el Grupo de Investigación en Historia Militar de INISEG organizó una clase magistral sobre «La participación del Batallón de Infantería Colombia en la Guerra de Corea en 1951» a cargo del Coronel (V) Jorge Eduardo Cepeda Jiménez, ex director del Centro de Doctrina del Ejército Nacional de Colombia. Profesional en Ciencias Militares de la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”. Magíster en Análisis y Prevención del Terrorismo de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid, España). Especialista en Docencia Universitaria del Centro de Educación Militar de Colombia. Doctor (Ph. D) de Investigación en Derecho, Educación y Desarrollo de la Universidad Internaciinal Pegaso (Malta) en convenio con INISEG (Madrid, España). Durante su trayectoria militar se ha desempeñado como director del TPOE Internacional del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES), segundo comandante y jefe de Estado Mayor de la Fuerza de Tarea Conjunta ARES, oficial de operaciones de la Brigada Móvil No. 32, comandante de la Escuela de Fuerzas Especiales, y comandante del Batallón de Infantería No. 42 “Bomboná”, entre otros cargos. El Coronel Cepeda es asimismo miembro del Grupo de Investigación en Historia Militar de INISEG y docente en la Escuela Militar de Suboficiales del Ejército Nacional de Colombia «Sargeto Inocencio Chinca».
En 1951 Colombia se sumó a la guerra de Corea aportando 3 fragatas y el Batallón Colombia de infantería que a lo largo de los tres años de su participación sumó casi 5000 hombres. Colombia fue el único país de Iberoamérica que respondió de manera positiva al llamado de las Naciones Unidas. El balance final fue casi de 200 muertos y más de 400 heridos.
El presidente Laureano Gómez, impulsor de esta participación, buscaba limpiar un pasado de admiración al nazismo y de aplicación de sus ideas políticas. Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y por obedecer a Norteamérica decidió apoyar esta aventura de la Guerra Fría. La mayoría de los soldados no sabían a dónde iban y fueron casi dejados a su propia suerte. Pero algo sí cambio como consecuencia de esta extraña aventura; de ahí en adelante el Ejército cambio su doctrina y su forma de operar y se convirtió en una fuerza más profesional.
Muchos de los militares de alto rango a su vuelta al país ocuparon buenos cargos en la jerarquía militar, pero el resto de los veteranos no tuvo la misma suerte y volvió mentalmente muy afectado, muriendo algunos de ellos en las calles de Bogotá. El Gobierno no les prestó ninguna atención y tardó casi 50 años en aprobarles una pensión mínima. No hubo distinciones, ni premios, ni reconocimiento de ningún tipo. Sin embargo, en contraposición, Corea si les reconoció su esfuerzo y su disposición en ayudar a su país con becas y ayudas económicas para sus nietos que hoy pueden estudiar en unos de los países tecnológicamente más avanzados del mundo.
Ponente que participa
Coronel Jorge Eduardo Cepeda Jiménez