Huellas dactilares ¿Por qué pueden cambiar?
Las huellas dactilares son consideradas el mejor medio de identificación de individuos. Pero ¿Sabes por qué pueden cambiar o modificarse?
El reconocimiento mediante huellas dactilares es un sistema de identificación conocido como biométrico, que actualmente es el más extendido y mejor adaptado a las necesidades cotidianas de la sociedad digital.
La biometría es posible gracias a la dactiloscopia, una ciencia basada en el reconocimiento minucioso de características dactilares para identificar a una persona. Esta ciencia tiene su basamento sobre la afirmación de que no existen dos personas con las mismas huellas dactilares, ni siquiera los gemelos homocigóticos.
Si no existe ningún factor externo (quemaduras, lesiones, cirugía plástica) o interno (enfermedades) las huellas dactilares no cambian, ni siquiera con el paso de los años. Los casos en los que las huellas cambian, mayormente vienen dados por una alteración intencional o no intencional, de la capa profunda o basal de los dedos.
La dactiloscopia se basa en tres patrones principales de huellas dactilares, denominados: arcos, curvas y espirales. Por lo que el tamaño, el número y la disposición de estos pequeños detalles en los dedos, hacen que cada huella sea única y reconocible. Pero ¿Sabes por qué pueden cambiar o modificarse? Para ello revisaremos la ciencia que estudia estos rasgos.
¿Qué es la dactiloscopia?
La huella dactilar es la estructura formada en la yema de los dedos (tanto en manos como en pies) por las crestas o glándulas de secreción sudoríparas situadas en la dermis de la piel. Esta estructura es única para cada persona y una vez definida en el desarrollo fetal, permanece inalterada toda la vida.
Por este motivo, el dibujo de la huella dactilar ha dado origen a la dactiloscopia. Un sistema científico y riguroso de identificación mediante la comparación de las huellas entre individuos.
La dactiloscopia se basa en las leyes científicas de la perennidad e inmutabilidad, encontrándose respaldada además por la probabilidad matemática. Ya que en este peculiar estudio, la posibilidad de encontrar a dos personas con los mismos patrones dactilares, es de cero.
Esta fiabilidad y efectividad ha posicionado a la dactiloscopia como uno de los mejores métodos para establecer o identificar la identidad de un ser humano. Afirmándose de que tiene un menor margen de error que el ADN y la carta dental.
¿Se pueden modificar las huellas dactilares?
Las huellas dactilares van cambiando levemente en el desarrollo del individuo, motivo por el que los equipos de seguridad y de detección de identidad están preparados para identificar a cada individuo aun cuando tenga leves alteraciones. Esto está extendido a raspones o desgaste de la piel.
La impresión dactilar se encuentra en la capa superior de la piel. Por lo que a través de quemaduras, el uso de líquidos abrasivos o generando cortes y cicatrices lo suficientemente grandes para dejar marcas, es posible modificarlas en cierta medida.
Sin embargo, estas alteraciones intencionales o por error, son solo temporales. Esto se debe a que, por tratarse de la capa superior de la piel, es capaz de renovarse de manera mensual como cualquier parte de la epidermis humana.
A pesar de que existen diferentes técnicas para cambiar las huellas digitales, la mayoría se mantiene como un cambio temporal. Motivo por el que el sistema biométrico solo podría fallar en la etapa de recuperación, por un trasplante de manos (donde se supliría una identidad) o por motivo de amputación (aunque las palmas de las manos también son legibles e identificables).
¿Por qué pueden llegar a cambiar?
Las huellas dactilares son reconocibles y diferenciables por sus patrones, que los profesionales denominan surcos de fricción. Estos patrones se encuentran no solo en la yema de los dedos, sino también en las falanges, la palma de las manos y la planta de los pies.
Estos patrones son permanentes, pero se pueden gastar dependiendo de las actividades del individuo. Por ejemplo, los obreros y aquellas personas que lavan platos con mucha frecuencia pueden perder algunos detalles. Pero una vez que dejan de realizar estas actividades, los surcos vuelven a aparecer. Del mismo modo, un corte profundo de la epidermis hasta llegar a la dermis podría ocasionar una cicatriz que modifique la huella; pero no la vuelve menos única.
Algunos criminales han tratado de borrar sus huellas quemando la punta de sus dedos con fuego y ácido. Pero se ha demostrado que el método funciona durante un tiempo y luego la piel se regenera, volviendo a su patrón original.
Existen casos de otros criminales que han tomado cirugías de injerto en sus dedos para borrar las impresiones dactilares. Algunos han intentado borrarlas al untar sus dedos con goma y esmalte de uñas, pero al final, las palmas de sus manos los han delatado en estos intentos de violar el sistema biométrico.
Incluso se ha demostrado que en la identificación de cadáveres, la biometría es capaz de romper toda clase de límites. Pues las huellas dactilares de los dedos y las palmas de manos y pies, pueden ser reconocibles incluso luego de pasar días bajo el agua o en estado de descomposición.
¿Por qué es tan confiable el sistema de identificación dactiloscópico?
El sistema de identificación dactiloscópico ha sido dotado de una gran precisión de detección de los puntos característicos de la mano, por lo que es capaz de identificar a los individuos a pesar de algunas alteraciones en el patrón.
Estos puntos característicos de las huellas digitales, son aquellas singularidades papilares que tiene cada individuo. Los puntos característicos hacen posible comparar unas huellas con otras e identificar si esas huellas corresponden a una determinada persona.
En 1900, Edward Richard Henry publicó su libro “Classification and Uses of Finger Prints”, donde se recoge su sistema de identificación dactiloscópico basado en 4 tipos de dactilograma: Arcos, presillas, verticilos y compuestos. No obstante, actualmente se puede identificar una huella dactilar por otros tipos de puntos característicos, algunos de estos, son:
- Bifurcación: Línea que se divide o se bifurca, formando un ángulo agudo.
- Interrupción: Línea discontinua que se interrumpe en una o varias ocasiones.
- Empalme: Línea que une en diagonal a otras dos líneas que van en paralelo.
- Ojal: Unión de dos líneas que forman un círculo.
- Extremo de línea: Línea que queda interrumpida en uno de sus extremos o en ambos.
- Horquilla: Línea que se une a otra, sin formar un ángulo.
- Islote: Línea que es un poco más grande que el punto.
- Punto: Lo más pequeño posible de encontrar en la cresta papilar.
Todos estos detalles hacen del sistema biométrico y del estudio dactiloscópico, uno de los campos más útiles y de mayor contribución a la sociedad en la actualidad. Siendo fundamental en los métodos de autenticación y sobre todo, para la precisión de la Ciencia Forense y Judicial.
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