¿Ficción o realidad?
Seguro que todos ustedes recuerdan el principio de una famosa frase cinéfila, “un anillo para gobernarlos a todos”, frase célebre del cine contemporáneo, no en vano las películas en donde se menciona esta afirmación fueron galardonadas en total, con 17 premios Oscar. En esas películas el portador del anillo podía leer la mente de quienes usaban otros anillos, controlarlos y esclavizarlos por completo.
Pues bien, este párrafo que no es más que una simple descripción de la sinopsis de la película “El Señor de los Anillos” me recuerda otra afirmación muy popular, “cuando la ficción supera la realidad”.
Imaginemos que el anillo de la película es un teléfono, móvil o fijo, un portátil, un pc, la PlayStation o cualquier otro aparato electrónico de comunicación, ahora cambiemos los orcos de la película, por los gobiernos y agencias de seguridad de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
¿Que tenemos? Una película de terror de nombre UKUSA.
¿Qué es UKUSA?
UKUSA es la abreviación de “United Kingdom-United States Security Agreement” o lo que es lo mismo, “tratado de seguridad entre el Reino Unido y los Estados Unidos”, firmado en 1946, también conocido popularmente como el club de los cinco ojos, por el total de países, que a día de hoy, lo conforman.
Con la introducción de las nuevas tecnologías en estas últimas décadas, en el que las comunicaciones han eliminado prácticamente cualquier frontera cultural, lingüística, política o religiosa, la vigilancia de masas se ha intensificado y los ciudadanos contentos con los progresos y comodidad que han obtenido con estas nuevas tecnologías, sin ser conscientes de ello, han expuesto su vida privada (ya sea por medio de fotos subidas a Facebook, con un intercambio de palabras en Whatsapp, o realizando una compra por Ebay o Amazon), a los servicios secretos y a las agencias gubernamentales correspondientes, que de manera totalmente ilegal (fuera del control judicial estas acciones suponen una privación de la libertad individual), se han apoderado de toda esta información creando un gigantesco “Big data” en donde supuestamente se filtran las conversaciones electrónicas siguiendo un criterio por el cual, las informaciones interceptadas son clasificadas y analizadas, todo en nombre de la seguridad y protección de los ciudadanos del “mundo libre”.
Pero el tratado UKUSA, es solo el principio de la punta del iceberg, detrás hay una gran maquinaria tecnológica y humana, con programas financiados con dinero público que están provocando una “Orwellización” de nuestra sociedad, es muy necesaria una reflexión colectiva sobre donde nos dirigimos y sobre que libertades y derechos estamos dispuestos a renunciar en favor de nuestra seguridad, recordando, quizá, un hecho que se nos olvida fácilmente a todos, la seguridad completa, no existe.
La red ECHELON, el programa PRISM y la mentira global
El 9 de junio de 2013 el diario británico The Guardian público un artículo titulado “Edward Snowden: El denunciante tras las revelaciones de vigilancia de la NSA”.
El señor Snowden trabajador en aquel momento de la NSA norteamericana filtró por estar totalmente en desacuerdo con las practicas totalitarias de esa organización, miles de archivos a los periodistas del The Guardian, cuyas revelaciones se han convertido en uno de los mayores escándalos de principio de siglo, provocando en primer lugar el exilio indefinido de Edward Snowden a Rusia y en segundo lugar la indignación de millones de ciudadanos americanos y de países aliados, que de la noche a la mañana se encontraron en el punto de mira de diversas organizaciones, que tenían y siguen teniendo, un único objetivo, conseguir información, cuanta más mejor, porque como dijo Francis Bacon, filósofo inglés y miembro de la cámara de los comunes (año 1592), “el conocimiento es poder”.
La información facilitada por Edward Snowden, saco a la luz pública por primera vez a la red de espionaje global de nombre Echelon, una red formada principalmente por diversas estaciones de escuchas, radares y satélites, distribuidos por América del Norte, Europa, el este de Asia y Oceanía, capaz de interceptar hasta tres mil millones de comunicaciones al día, para teóricamente prevenir los ataques terroristas además de otras acciones antisociales.
Posteriormente la información obtenida a base de interceptar correos electrónicos, llamadas telefónicas, faxes y otros, se procesa según las palabras “clave “que se utilizan en dichas comunicaciones, buscando un patrón que identifica posibles riesgos y de esta manera poder neutralizarlos.
Desde una óptica antiterrorista puede parecer una estrategia muy coherente, pero en la practica la red Echelon viola de manera reiterada la privacidad no solo de los ciudadanos de los países responsables de su financiación y mantenimiento, sino también, la de los países aliados de estos, socavando la confianza y la amistad que se presupone existe entre las naciones occidentales, convirtiéndonos a todos en potenciales sospechosos.
Más allá de la red Echelon existen diversos programas de espionaje, uno de los más famosos y relacionado con la Agencia de Seguridad Nacional -NSA, es el programa PRISM, un programa de espionaje electrónico que a diferencia de la red Echelon, focaliza su energía en interceptar información de las redes sociales e internet, con la alarmante novedad, según las filtraciones de Snowden, de que son las propias empresas de estos servicios quienes facilitan el acceso o directamente entregan la información que se les solicite a los servicios de inteligencia, información solicitada en muchas ocasiones sin orden judicial, de este modo se consume “la mentira global”, ni vivimos en democracias tan avanzadas como pensamos, ni tenemos tanta libertad como nos han enseñado.
Es muy posible que a medida que avancen los años el “Gran Hermano” que opera de manera impune en internet aumente.
Quizá el problema no es este, quizá es un problema social, los ciudadanos estamos tolerando estas pequeñas invasiones de nuestra privacidad, nos estamos acostumbrando, lo estamos justificando y de esta manera nos estamos quedando sin argumentos para contrarrestar estas acciones que nos ha convertido de facto en una sociedad “1984”. Lo dicho, la realidad supera la ficción.
Muy buen artículo. Es inquietante la pasividad de las personas en cuanto a un tema tan serio como este.
Nos alegra mucho que te haya gustado, y si…la verdad es que es preocupante que no haya límites en la realidad, es por esa razón que nuestra misión es informar. Esperamos verte más seguido por aquí. Un abrazo.
Excelente artículo deberiamos de poner mas atencion a este tema
Gracias Roberto por tu comentario y nos alegramos mucho que te haya gustado el artículo. Tienes mucha razón acerca de ello, deberíamos estar más atentos y más informados acerca de estos temas, es por ello que nuestro autor, Daniel Saavedra, se enfocará en estos temas para informarnos a todos de las verdades y vulnerabilidades en temas de seguridad. Esperamos verte nuevamente por aquí. Saludos.
Tenemos que proteger nuestra privacidad ha como de lugar