Las armas nucleares atentan contra la seguridad del planeta, pero al parecer a los países que las poseen, les da cierta protección y seguridad. Aún no se produce el desarme nuclear total, pero sí la modernización de esas armas ya existentes. Conoce más a fondo sobre el Tratado de no Proliferación Nuclear.
Vigencia del Tratado de no Proliferación Nuclear
El 5 de marzo se cumplieron 50 años del Tratado de no Proliferación Nuclear. A pesar de los años que han transcurrido, no pierde vigencia en estos días. Durante todos estos años, el Tratado ha servido para garantizar la seguridad.
Quizás este Tratado sea más necesario en estos tiempos, “porque los procesos que amenazan a la seguridad mundial y estratégica están creciendo actualmente”, dijo Vladimir Orlov, miembro de la Junta Consultiva en Asuntos de Desarme de la ONU. También confirmó que el acuerdo solucionó muchos problemas y ha permitido reducir la cantidad de Estados con armas nucleares al mínimo.
En el año 1970 se firmó el Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) por 191 Estados, considerado discriminatorio, porque prohíbe la obtención y el uso de armas nucleares a todos sus miembros, excepto a los países que en ese entonces ya poseían armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido.
El Tratado de no Proliferación Nuclear es discriminatorio, porque da autorización a cinco países a poseer armas nucleares y al resto no.
Israel, India y Pakistán son los únicos países fuera del Tratado.
Sudán del Sur y Corea del Norte se retiraron en el año 2003, por lo tanto no están obligados a cumplir con el Tratado.
Este Tratado está cimentado en tres pilares fundamentales: la no proliferación, el desarme y el uso pacífico de la energía nuclear.
Es primordial que los acuerdos internacionales se respeten, para prevenir la proliferación nuclear. Es conveniente que todos los países participen de este Tratado, que sea universal, porque hay países que poseen armas nucleares, pero no reconocen las normas del Tratado de no Proliferación Nuclear. Y estos países son : India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.
Lo más increíble es que hay países de Oriente Medio que respetan el Tratado, pero tienen un vecino que no forma parte de él. Por eso se insiste en que el Tratado debe ser universal.
El desarme nuclear ha sido fructífero, pero el proceso está estancado ahora, porque Estados Unidos se retiró de la mayoría de los acuerdos que controlan éste ámbito.
En el Tratado se llama a todos los países nucleares y no nucleares a trabajar voluntariamente, para reducir las armas nucleares, y a la vez, elaborar un acuerdo para el desarme total y no solamente nuclear.
Según la doctrina estratégica clásica, poder pulsar un botón y destruir a tu enemigo te da seguridad. Eso explicaría en algún sentido, por qué los países continúan elaborando armas nucleares.
“Nadie quiere que un arma nuclear lo arrase todo, pero nadie quiere deshacerse de ellas”. (el diario.es)
“El objetivo del arma nuclear es disuasorio, es decir, la tengo para evitar que otros la usen contra mí; de lo contrario, eres vulnerable”, explica Vicente Garrido, miembro del Comité Asesor Personal sobre Asuntos de Desarme del Secretario General de Naciones Unidas y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos.“Aunque es cierto que la teoría también afirma que si nadie tiene el arma, nadie la va a utilizar. El problema es que nadie asegura el nivel cero de armas nucleares”.
La reacción de la OTAN a este tratado fue contundente. “La forma en que los defensores del tratado han enmarcado este asunto demuestra que su verdadero objetivo es presionar predominantemente a los países occidentales”, denunció.
En la actualidad son 9 los países que poseen armas nucleares, estos países son: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.
Aunque hasta ahora el número total de armas nucleares en el mundo se ha reducido, las nueve potencias nucleares están inmersas en programas de modernización de su arsenal nuclear, según informa SIPRI, Stockholm International Peace Research Institute. Solo Rusia y Estados Unidos acumulan el 98% del arsenal nuclear mundial.
Según este Instituto, en el mundo existen aún unas 14.465 armas nucleares. Aunque, hace más de dos años se redujeron 470 armas, es una reducción lenta e insuficiente para los responsables del estudio.
El 26 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, cuyo objetivo es concienciar a la población sobre “uno de los principales objetivos de la humanidad: alcanzar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares”, define el organismo. El objetivo aún está muy lejos de conseguirse.
El compromiso de los Estados que firmaron el Tratado de no Proliferación Nuclear, en el año 1968 – 1970, fue deshacerse de sus arsenales nucleares, lo que no ha ocurrido en su totalidad hasta el día de hoy, lo que ha sido una desilusión para toda la comunidad internacional.
“Los países que no tenían armas nucleares se comprometieron a no obtenerlas, y los poseedores de armas nucleares se comprometieron a tomar medidas para deshacerse de ellas”.
El objetivo principal de todos es vivir en un mundo sin armas nucleares, es a esto a lo que debemos aspirar, como un objetivo noble.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-45645446
https://www.eldiario.es/internacional/paradoja-mundo-nucleares-quieren-suelta_0_683482576.html
Oferta Formativa
Te recomendamos el Máster Universitario de Amenazas Híbridas, Seguridad y Defensa
El Máster en Detección, Gestión y Prevención de Amenazas Híbridas es una titulación oficial de II livello (segundo nivel) de la universidad Pegaso de Italia, que da acceso al doctorado, debido a su adaptación y acogida al plan Bolonia y al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
Este Máster Oficial en Amenazas Híbridas, surge a partir de la gran necesidad actual por ofrecer respuestas multidisciplinarias efectivas a un fenómeno innovador y global de alta complejidad, puesto que la proliferación de amenazas híbridas pone en riesgo a las instituciones de nuestras sociedades democráticas, que requieren un alto grado de profesionalidad a la hora de enfrentarlas.