La resuelta seguridad de República Checa al llevar hasta las últimas consecuencias sus represalias diplomáticas encuentra fundamento en lo que serían pruebas “irrefutables” -según el Primer Ministro Babis. Estas incluso individualizarían a dos agentes rusos del GRU, Anatoly Chepig y Alexander Mishkin, como responsables directos de los hechos, ya que habrían ingresado a Chequia con pasaporte falso en octubre de 2014. Justamente la fecha en la que ocurre la primera explosión en un depósito de municiones.
El contexto
El año 2014 una escalada de manifestaciones sociales terminó en una guerra civil en Ucrania. El origen del conflicto que dividió -y aún divide- a la sociedad ucraniana puede encontrarse en dos inclinaciones culturales y políticas que históricamente marcan un país que, de algún modo, es la puerta a Eurasia: las tendencias pro-europeas y pro-orientales.
En el centro del país se encuentra Kiev que, geográfica y culturalmente, es representativo de la sociedad ucraniana que aspira a estrechar vínculos con la Unión Europa. En las zonas orientales, bajo influencia rusa, en cambio, el ánimo es diferente. Esto a tal punto que durante la reciente guerra civil hubo territorios que, de la mano de movimientos separatistas apoyados por Rusia, proclamaron su independencia de Ucrania. Es el caso de las denominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como la península de Crimea.
Y fue en el marco de ese conflicto, precisamente en octubre de 2014, que, según recientes acusaciones de autoridades de Chequia, agentes de los servicios secretos militares rusos (GRU) habrían estado involucrados en una gigantesca explosión a un depósito que contenía 50 toneladas de municiones en la localidad checa de Vrbetice. El episodio, además, habría dejado 2 muertos como saldo.
Posteriormente, en diciembre del mismo año, otro depósito de municiones, esta vez con 13 toneladas en su interior, estalló en territorio checo sin que las autoridades de Praga pudieran dar con explicaciones o causas del hecho.
Pero, ¿cuáles serían las motivaciones de Rusia para emprender tales acciones? Las autoridades checas afirman que los depósitos de municiones en cuestión, habrían sido saboteados para evitar la exportación de armas desde Chequia a Ucrania y así favorecer a los movimientos separatistas pro-rusos que en ese momento combatían al ejército de Ucrania.
Tensiones diplomáticas
Es debido a estas sospechas que el pasado 17 de abril el Primer Ministro de la República Checa Andrej Babiš anunció, a través de su cuenta de Twitter, la expulsión de 18 diplomáticos rusos del país. Aprovechó, además, de agradecer al “Centro Nacional de Lucha contra el Crimen Organizado por descubrir esta acción escandalosa y sin precedentes”.
La expulsión de diplomáticos es, también, cabe señalar, sin precedentes. Esto por la cantidad inédita de funcionarios que Praga ha decidido expulsar en base al argumento de que estos diplomáticos pertenecerían a los servicios secretos rusos.
Moscú no hizo esperar su respuesta. Afirmaron que las acusaciones que se les achacan tanto a sus diplomáticos como a sus servicios secretos son “absurdas” y, acto seguido, declararon “persona non grata” a 20 diplomáticos checos, procediendo a expulsarlos de territorio ruso. De este modo, Rusia cumplió su advertencia de tomar “medidas de represalia que harán que los autores de esta provocación se den cuenta de su plena responsabilidad de destruir las bases del desarrollo normal de las relaciones entre nuestros países”.
Ante esta contundente réplica de parte del Kremilin, Jan Hamacek, viceprimer ministro y ministro de Exteriores checo, señaló que le reacción de Moscú le pareció “más fuerte de lo esperado” y, aumentando esta escalada de tensiones diplomáticas, afirmó que Chequia responderá reduciendo casi al mínimo la cantidad de funcionarios de la embajada checa en Moscú: de 120 a solo 5 empleados.
La resuelta seguridad de República Checa al llevar hasta las últimas consecuencias sus represalias diplomáticas encuentra fundamento en lo que serían pruebas “irrefutables” -según el Primer Ministro Babis. Estas incluso individualizarían a dos agentes rusos del GRU, Anatoly Chepig y Alexander Mishkin, como responsables directos de los hechos, ya que habrían ingresado a Chequia con pasaporte falso en octubre de 2014. Justamente la fecha en la que ocurre la primera explosión en un depósito de municiones.
¿Injerencia extranjera?
Los nombres de ambos agentes son conocidos para la opinión pública, ya que estarían implicados en otro caso de alto revuelo internacional: el del intento de dar muerte en Inglaterra al doble espía ruso Sergei Skripal y a su hija Yulia el año 2018. Acontecimiento que llamó poderosamente la atención de las autoridades, los medios y las audiencias porque el crimen se habría intentado perpetrar con una neurotoxina desarrollada en los tiempos de la Unión Soviética denominada Novichock. Si esa sustancia les suena familiar es porque se trata del mismo compuesto químico que médicos alemanes encontraron el año pasado en el cuerpo del disidente ruso Alexei Navalny.
Por lo anterior, la individualización de los presuntos responsables de las explosiones permite inferir la existencia de apoyo de parte de los servicios de inteligencia británicos hacia sus homólogos checos. Sin embargo, desde el Ministerio de Exteriores ruso, todos los dardos apuntan a Estados Unidos, llegando a asegurar que “Este cometido hostil es parte de una serie de acciones antirrusas emprendidas por la República Checa en los últimos años. Solamente podemos ver las trazas (de la influencia) de Estados Unidos“.
Las declaraciones de Moscú suman tensiones a sus ya deterioradas relaciones con el país norteamericano. Este último, apoyado por la Unión Europea, ha emprendido sanciones contra el gigante euroasiático por la supuesta injerencia rusa en las recientes elecciones presidenciales estadounidenses, por presuntos ciberataques, pero también por la influencia de Moscú en Ucrania. A estas sanciones, un día antes que Chequia anunciara la expulsión de diplomáticos rusos de su territorio, Rusia respondió anunciando la expulsión de 10 diplomáticos estadounidenses.
En suma, las relaciones entre Rusia y Occidente están lejos de bajar revoluciones.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43381592
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54000515
https://www.telesurtv.net/news/rusia-republica-checa-conflicto-diplomatico-20210419-0015.html
Acerca del Autor de este Artículo
ANDRÉS FONSECA LÓPEZ
Licenciado en Filosofía, Máster en Psicología, especializado en Estudios del Desarrollo.
Oferta Formativa