Algunos recordarán ciertas imágenes o secuencias de la película ‘Una noche en el museo’, que protagoniza Ben Stiller. Este largometraje relata y pone de manifiesto, en un tono cómico e incluso algo esperpéntico, la falta o fallos de seguridad que pueden darse en cualquier museo.
Como cualquier edificio por el que pasan al día decenas, centenares o incluso miles de personas, las instalaciones de un museo requieren unas medidas de seguridad que sean capaces de proteger, por un lado, el patrimonio material que en él se contiene y por otro lado, a los visitantes que recibe cada día.
En épocas pasadas, poca era la preocupación por la protección del patrimonio cultural material y ello supuso la pérdida y/o deterioro de obras artísticas de gran valor. En 1974, sin embargo, se creó el Comité Internacional para la Seguridad en los Museos (ICMS) para evitar que estos desagradables sucesos siguieran ocurriendo.
La seguridad en los museos es el conjunto de medidas destinadas a la protección tanto de las colecciones y la documentación como del público visitante y del personal laboral. Los planes de seguridad en los museos deben ser individualizados y personalizados para cada institución concreta ya que cada una tiene sus particularidades tanto internas como externas.
Sin embargo, algo es común para todos los museos, la seguridad debe llevarse a cabo como un plan global en el que todos los departamentos de la institución se impliquen y respeten las medidas que se tomen. Es por ello muy importante la existencia de un departamento profesional que se encargue de la seguridad en el museo.
El mencionado departamento deberá coordinar y vigilar que se cumplan todas las medidas de seguridad que se implanten dentro de las instalaciones del museo. Además, es muy importante que la propia institución inculque a sus empleados una cultura de la seguridad y de la prevención de riesgos.
Por otro lado, sí existen ciertas medidas de seguridad que van a ser generales para todos los museos, independientemente de sus sector y tamaño, como la instalación de alarmas y detectores de incendios, la contratación de personal de seguridad cualificado, la implantación de diferentes barreras físicas o la protección de la documentación.
Además, la mejor forma de protección física es la combinación de distintos dispositivos que funcionen según principios de detección diferentes y que tengan distintas áreas de cobertura. La confianza en un único sistema de protección es demasiado arriesgada.
Hay que tener en cuenta también que la formación y la implantación de la seguridad en el museo debe actualizarse constantemente puesto que tanto los comportamientos humanos como los sistemas de seguridad evolucionan y varían a la vez que el propio paso del tiempo.
Una vez más, está claro que la concienciación y la prevención serán algunas de las mejores y más importantes formas de evitar tanto problemas de seguridad como riesgos innecesarios.
*Aucal Business School oferta el curso de Técnico Especialista en Organización Interna, Seguridad y Vigilancia en Museos, en colaboración con la universidad Antonio de Nebrija. Con esta titulación, el alumno conocerá las funciones que se desarrollan dentro de un museo referentes a la gestión y organización de la vigilancia y la seguridad. La formación tiene una duración de 3 meses y se imparte en modalidad online.
¿Tenías idea de la dificultad de implantar un plan de seguridad en un museo?
¿Has presenciado algún fallo de seguridad en un museo o exposición?
Más información
Manual de protección del patrimonio cultural. La seguridad en los museos
Hola.
Necesito información sobre guardas, cámadas, seguridad en los museos.
Lo poco que sé lo he ido recolectando de la internet, pero sería mejor conversar – o chatear – con alguien que sepa del tema y me pueda ayudar. Estoy escribiendo una novela y mi punto débil, es, precisamente la seguridad de los museos.
¡Gracias!