Hace prácticamente un mes, el presidente francés Emmanuel Macron anunció que restablecería el servicio militar obligatorio en Francia, cumpliendo de esta manera una de sus promesas electorales. En principio, la “mili” francesa o “servicio nacional universal”, como Macron lo denomina, sólo durará un mes, aunque, por el momento no se han facilitado mas datos.
El Servicio Militar obligatorio en Europa
El mes de marzo pasado, fue el Ministro de Defensa sueco Peter Hultqvist, quien anunció la reintroducción del servicio militar obligatorio, sólo siete años después de eliminar su carácter imperativo. Una medida que afectará a todos los nacidos desde 1999, sin distinción entre sexos.
¿Esta Europa militarizándose?
Actualmente en la Unión Europea, solo Austria, Dinamarca, Estonia, Grecia, Lituania, Finlandia y Suecia tienen un servicio militar de carácter obligatorio. Como comentábamos, próximamente se unirá a la lista Francia.
La cuestión del servicio militar que estaba en regresión hace una década, está volviendo con fuerza. A este hecho podemos sumarle el gasto militar que la OTAN y Trump exigen, todos los miembros de la alianza atlántica deberían invertir o gastar, según se mire, un 2% del producto interior bruto. Macron prevé cumplir este objetivo alrededor del 2020. Suecia que ha ido disminuyendo paulatinamente su gasto militar desde la caída de la URSS, acompañará la recuperación de la “mili” con un aumento presupuestario. Y en casa, nuestra Ministra de Defensa se comprometió con la OTAN a invertir hasta un 80% más en materia militar hasta el 2024.
En Alemania el gobierno preparó un plan, allá por el 2016, para reintroducir el servicio militar obligatorio, pero tuvo que aparcar el proyecto por la oposición de los jóvenes.
Los conflictos de Crimea, las injerencias rusas y el enfrentamiento entre Grecia y Chipre con Turquía, ayudan a que el debate esté más vivo que nunca.
En un contexto internacional cada vez más inestable, ya sea por la guerra en Siria, la creciente pero permanente inestabilidad en oriente próximo, con Israel e Irán como protagonistas o las anexiones de territorios limítrofes con la Unión Europea efectuadas por Rusia (Crimea, por ejemplo), queda claro que la militarización de Europa es una realidad.
¿Y en España?
Recordemos que en el estado español y mediante el pacto de 1996 entre el Partido Popular y la extinta “Convergencia Unión” la mili se eliminó de manera progresiva. Los últimos españoles en realizarla fueron los jóvenes nacidos en el año 1982, con esta última promoción se acabó con 165 años de servicio militar obligatorio.
En estos últimos días y como consecuencia de las nuevas políticas del primer Ministro francés, en España se ha extendido poco a poco el debate sobre la recuperación de la “mili”.
El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Fernando Alejandre, reconoció que ve “imposible” la reinstauración del servicio militar obligatorio por el alto coste que conllevaría su implantación, así mismo, la Ministra de Defensa, la señora Cospedal, rechazó recuperar el servicio militar porque cree que “la sociedad española no está preparada para ello” al considerar que en Francia la idea de “tener que aportar a la defensa y a la seguridad” esta mas “desarrollado” que en nuestro país. Sin embargo, si que apostó por incluir en el temario escolar, los valores de las fuerzas armadas, algunos lo llamarían adoctrinamiento.
Los miembros del gobierno, no son los únicos en desechar la opción de recuperar el servicio militar obligatorio. Los partidos políticos de la oposición de ámbito estatal como el PSOE no contemplan, por ahora, abrir una línea en este sentido y el resto de las organizaciones no tienen intención de abrir este debate.
Así que, por el momento, el consenso político no está por la labor de implantar la “mili” de nuevo y la sociedad española tampoco quiere volver al pasado.
Dejando la problemática política al margen, no hay una necesidad militar que justifique la recuperación del servicio (no hay problemas de reclutamiento como en otros países) y está el gasto presupuestario que costaría aplicar dicha medida, sin olvidar la remuneración de los ciudadanos que se incorporarían a filas, que debería ser acorde a lo que se abona en el mercado, sin obviar que la “mili” no sustituye un ejército profesional.
En un contexto de crisis económica y políticas dirigidas a la reducción del déficit, la reinstauración del servicio militar obligatorio no parece una medida racional ni fácil de justificar.
Si no se impone el Servicio Militar en España, siempre existe la alternativa de apoyar al país de una u otra forma, una de ellas es estudiando los cursos relacionados con las Fuerzas Armadas.
INISEG, el Instituto de Seguridad Global de Fundación Aucal, te invita a visitar su web, donde encontrarás una amplia oferta formativa de cursos relacionados con la Seguridad y Defensa.