El 24 de marzo, grupos armados identificados como parte del denominado Estado Islámico en África Central (…) irrumpieron en la ciudad portuaria de Palma, en la costa de la provincia de Cabo Delgado. Atacaron, entre otros objetivos, las obras en construcción de la petrolera Total (…) llegando a nuevos grados de barbarie incurriendo en el asesinato de menores de once años quienes serían decapitados para hacerles ver a sus familias que el Estado de Mozambique no les garantiza la más mínima seguridad y que se encuentran a su suerte.
Introducción
Mozambique es una República africana localizada en el sureste del continente. Comparte fronteras con Tanzania y Malaui al norte; Zambia y Zimbabue al este; y al sur con Suazilandia y Sudáfrica. Sus costas, que miran a la isla de Madagascar, son bañadas por el océano Índico.
El país tiene una población cercana a los 30 millones de habitantes que ocupan sobre todo las zonas rurales, donde la principal actividad económica es la agricultura de subsistencia. Su capital es Maputo y la lengua oficial es el portugués. En la esfera religiosa, la mayoría de su población -equivalente a un 35%- declara adherir al catolicismo, mientras que un 30% practica la fe del islam.
Si bien Mozambique cuenta con un índice de desarrollo humano bajo -posicionándose en el lugar 181 de 189- en el año 2020, el país, desde 1991, ha registrado una progresiva alza de su Producto Interno Bruto. Según cifras del Banco Mundial, estas tres décadas de crecimiento se ven reflejadas en permanentes mejoras en los niveles de escolaridad, esperanza de vida y disminución de la pobreza. Pero, aun así, la situación general es sumamente precaria.
Por ejemplo, para tener una visión panorámica del desarrollo general de Mozambique podemos atender a indicador del Ingreso Nacional Bruto (INB) -indicador antes conocido como ingreso per cápita. Este sufrió un dramático descenso desde $690 dólares por persona al año en 2014 a $460 dólares por persona al año en 2018.
Para dimensionar estos valores, el año 2019, en España, el INB anual ascendía a $30.360 dólares por persona. Además, es necesario ajustar estas cifras teniendo en cuenta que este indicador habla de promedios nacionales y no da cuenta de la desigualdad con la que se distribuyen estos ingresos entre la población.
Y es en este contexto de bajos niveles de desarrollo humano y caída libre del INB, precisamente desde octubre de 2017, que el país es víctima de la presencia de guerrillas insurgentes de signo yihadista.
Radicalismo islámico
Desde octubre de 2017, la provincia de Cabo Delgado, al norte del país, se ve azotada por la violencia Ahlu Sunnah Wa-Jamo también conocidos como Ansar al-Sunna. Esta organización tiene sus orígenes en las enseñanzas del clérigo fundamentalista islámico de origen keniano Aboud Rogo -asesinado en 2012. Su muerte no solo generó masivas manifestaciones en forma de protesta, sino que, de paso, le dio un mártir a elementos extremistas que se agruparon en organizaciones como Ansar al-Sunna.
Esta colectividad, según informes del Departamento de Estado de EEUU, habría prometido lealtad a Estado Islámico de Irak y Siria (Daesh) en abril de 2018. Luego, en agosto de 2019, se le habría reconocido como una rama afiliada al Estado Islámico. Actualmente opera como tal, tranzándose como objetivo principal instalar un califato en los territorios que están bajo su control.
¿La estrategia? Básicamente la misma que el Daesh ha puesto en práctica en otras regiones. Someter por las armas a la población civil y reclutar nuevos militantes entre los grupos excluidos de cualquier posibilidad de bienestar y desarrollo. Por supuesto, en medio de intentos, son recurrentes los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado de Mozambique, las que han recibido serios ataques de parte de la organización terrorista.
Como suele ocurrir en las situaciones de violencia yihadista, lo que más llama la atención es la brutalidad de sus métodos que, sin exagerar, animan un regreso a la barbarie: saqueos, incendios a aldeas completas y asesinatos a líderes comunitarios a punta de machete se han convertido en el sello de Ansar al-Sunna. Con estos métodos, en tres años, ya suman 2.600 víctimas mortales; la mitad de ellas civiles. Eso sin mencionar la enorme cantidad de desplazados que han huido de la región en busca de mayor seguridad: 565.000 personas.
La trayectoria terrorista de ataques a pequeños poblados y comisarías, aunque en un primer momento sugería ser obra de un grupo difuso, con operaciones a baja escala y aparentemente aisladas de delincuencia común, pronto comenzó a preocupar a las autoridades de Mozambique. Pero también puso en alerta a países vecinos, no solo por la posibilidad de expansión de la organización a sus territorios, sino también por el contrabando de madera y rubíes, en donde Ansar al-Sunna sería protagonista de una amplia red que opera en Somalia, Kenia, Tanzania y República de Congo.
El ámbito privado también se ha visto afectado. Empresas multinacionales como Total, Exxon Mobil, Chevron y BP, planificaban millonarias inversiones para la instalación de proyectos gasíferos en la provincia de Cabo Delgado, no obstante, ahora estas se ven en grave riesgo de no concretarse debido a la inestabilidad en la región.
El pasado mes de abril, sin ir más lejos, la petrolera francesa Total, la compañía extranjera más grande presente en el país africano, anunció su retirada y abandono de un megaproyecto en curso. Es que las últimas acciones perpetradas por la organización terrorista, que demuestran un recrudecimiento de los niveles de violencia, afectaron directamente las operaciones de la empresa.
Últimos acontecimientos
Recientemente, el 24 de marzo, grupos armados identificados como parte del denominado Estado Islámico en África Central, muy probablemente elementos de Ansar al-Sunna operando como filial del Daesh, irrumpieron en la ciudad portuaria de Palma, en la costa de la provincia de Cabo Delgado. Atacaron, entre otros objetivos, las obras en construcción de la petrolera Total, instalaciones que pretendían controlar con fines de financiamiento del terrorismo. Este hecho gatilló la inmediata salida de la empresa del país interrumpiendo una importante alternativa de desarrollo económico para Mozambique.
A nivel humano, no obstante, las acciones tuvieron resultados tanto o más dramáticos. No solo se cuentan decenas de víctimas mortales y nuevos desplazados tras los últimos ataques en esta ciudad de valor estratégico, sino que además, habría reportes de que la rama mozambiqueña del Daesh estaría llegando a nuevos grados de barbarie incurriendo en el asesinato de menores de once años quienes serían decapitados para hacerles ver a sus familias que el Estado de Mozambique no les garantiza la más mínima seguridad y que se encuentran a su suerte.
Más allá de la brutalidad de los hechos, el mensaje de los terroristas no deja de contener un grado de verdad. El gobierno de Mozambique y sus fuerzas de seguridad definitivamente han fracasado en la contención por sí solas de esta amenaza contra su población. De ahí la necesidad del apoyo internacional en la zona como la que ha propuesto la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, por sus siglas en inglés): una fuerza de intervención de 3.000 soldados, aeronaves de vigilancia, barcos de patrulla y apoyo logístico. A lo que se sumaría apoyo humanitario para las víctimas y desplazados.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.casafrica.es/es/pais/mozambique
http://hdr.undp.org/en/content/latest-human-development-index-ranking
https://datos.bancomundial.org/pais/mozambique
https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GNP.PCAP.CD?locations=MZ
https://www.dw.com/es/ataque-yihadista-en-mozambique-deja-decenas-de-muertos/a-57034826
https://www.dw.com/es/petrolera-total-abandona-mozambique-tras-ataques-yihadistas/a-57334671
https://observatorioterrorismo.com/tag/mozambique/
https://www.france24.com/es/%C3%A1frica/20210331-mozambique-ataque-desplazados-oim-palma
https://es.wikipedia.org/wiki/Insurgencia_islamista_en_el_norte_de_Mozambique
Acerca del Autor
ANDRÉS FONSECA LÓPEZ
Licenciado en Filosofía, Máster en Psicología, Posgrado en Trabajo Social, Diplomado en Políticas Sociales, Pobreza y Territorio, Diplomado en Derechos Humanos de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad.
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