En los próximos años China tendrá su primera base militar internacional.
La base, que el país asiático califica como centro logístico, estará situada en Yibuti, un pequeño país del cuerno de África, estratégico por su situación geográfica debido a los millones de barriles de petróleo y mercancías que transitan por sus costas.
Yibuti cuenta, además, con instalaciones de diversa índole de los Estados Unidos, Francia y Japón.
La apertura de esta base es un hecho significativo, no solo por ser la primera base militar en suelo extranjero de esta potencia, sino por el significado y el mensaje que se lanza al mundo, la política de seguridad nacional de la República Popular de China está cambiando, está adoptando una perspectiva integral, en un mundo globalizado, seguridad global.
Y este cambio de filosofía se lleva a la práctica con la puesta en funcionamiento de esta base militar, que será naval y que pretende asegurar y proteger los intereses, supuestamente comerciales de China en la región y por extensión en el continente africano.
Se calcula que el país asiático cuenta con nada más y nada menos que un millón de ciudadanos en suelo africano, realizando los trabajos de construcción de diversas infraestructuras que pretenden desarrollar económicamente al continente, de esta manera los chinos se aseguran una influencia en la zona que ni los europeos o demás países podrán igualar y acceso a los recursos naturales que hay en él territorio. Recursos naturales que a China le hacen mucha falta para poder seguir creciendo al 6,9% anual.
Por lo tanto, podemos afirmar nuevamente que la seguridad nacional china ha traspasado oficialmente las fronteras de su milenaria nación para asegurarse los flujos comerciales (evidentemente también hay razones militares) que tiene alrededor del mundo, pero sobre todo en África.
En el ámbito estrictamente militar China cuenta con efectivos militares al servicio de la ONU en el continente africano y pretende que la nueva base naval de Djibuti acoja hasta diez mil efectivos a mitad de la próxima década. Estos efectivos además de proteger los flujos económicos y comerciales de la nueva ruta de la seda, proyecto extremadamente ambicioso de las autoridades chinas con relación a diversos trazados, ferroviarios y marítimos que deben conectar este país con Europa, también serviría para evacuar, en caso de conflicto bélico (como el de Libia en donde se evacuaron hasta treinta mil ciudadanos chinos) a todos los ciudadanos civiles que están participando en los proyectos de desarrollo en el continente.
En definitiva, China con el tercer ejército más poderoso del mundo y cuarta potencia nuclear, ha establecido una relación entre sus políticas de seguridad y la de sus aliados africanos, así mismo, su primera base militar en el extranjero protegerá las inversiones económicas en África, todo ello configura una estrategia ganadora.
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Buen artículo Daniel, sólo agregar que no es la primera base militar internacional de China. Ya tiene una en Argentina, puedes encontrar más información sólo con “googlear”. Saludos.