Resulta muy curioso que los secuestradores hayan permitido que los pasajeros realizaran llamadas telefónicas. Al parecer les estaban dando la oportunidad de despedirse de sus familiares y seres queridos. Pero fue el peor error que pudieron cometer, y que finalmente les impediría llevar a cabo su cometido.
Cronología de los cuatro vuelos involucrados en el ataque
Martes 11 de septiembre de 2001, alrededor de las 8 de la mañana, despega el vuelo 11, un avión Boeing 767 de American Airlines desde el Aeropuerto de Boston en dirección a Los Ángeles, con 11 miembros de la tripulación y 81 pasajeros. A bordo van cinco terroristas. Es el momento crucial, en que se pone en marcha la ejecución del plan terrorista más siniestro del que se tenga memoria en suelo estadounidense.
Quince minutos más tarde, despega el segundo avión involucrado en los ataques, un Boeing 767. Esta vez es el vuelo 175 de United Airlines, rumbo a Los Ángeles, con 9 tripulantes y 56 pasajeros, entre ellos 5 terroristas.
Mientras tanto, desde el Aeropuerto Internacional de Washington D.C. despega a las 08:20 am, el vuelo 77 de American Airlines, un Boeing 757, también con destino a Los Ángeles. Lleva 6 tripulantes y 58 pasajeros, incluyendo a otros 5 terroristas más.
Los terroristas no contaban con un suceso imprevisto, acaecido en el cuarto vuelo, lo que marcaría una gran diferencia con respecto a los otros vuelos, y que será decisivo para abortar el atentado que han planeado contra el Capitolio, donde se encuentran las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. De haberse concretado, la tragedia se habría llevado la vida de cientos de personas más.
El vuelo 93 de United Airlines, iba desde el Aeropuerto de Nueva Jersey hacia San Francisco, y debía despegar a las 08:00 am, pero sólo pudo hacerlo recién a las 08:42 am. Era un avión Boeing 757, con 7 tripulantes y 33 pasajeros.
Sin embargo, esta vez eran sólo 4 los terroristas, ya que el quinto, Mohammed al-Qahtani, había sido devuelto por los funcionarios aduaneros cuando intentó ingresar al país el 3 de agosto, debido a que no tenía boleto de vuelta y muy poco dinero, lo que despertó las sospechas de que tenía la intención de convertirse en un inmigrante ilegal.
El quinto avión que debía estrellarse contra la Casa Blanca
Los objetivos del ataque terrorista, eran cuatro en total; el poder político, representados por la Casa Blanca y el Capitolio, el militar, representado por el Pentágono, y el poder económico, representado por el World Trade Center. Este último sería atacado con dos aviones, a fin de causar el mayor daño posible a las 2 Torres gemelas. Era necesario entonces, secuestrar 5 aviones.
Jálid Sheij Mohámed, fue uno de los cerebros que estuvo involucrado en los atentados del 11 de septiembre. Se dice que conocía muy bien la idiosincrasia de la sociedad estadounidense, pues había estudiado ingeniería en Estados Unidos, y tenía mucha preparación.
Jálid fue detenido en Pakistán en marzo de 2003, y confirmó que, dentro del plan, estaba proyectado impactar a la Casa Blanca con un “quinto avión”. Sin embargo, no pudieron contar con Zacarías Moussaoui, quien tendría la misión de pilotarlo, debido a que fue detenido por cargos de inmigración en agosto de 2001, obligándolos a desechar el objetivo.
El ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center y el Pentágono
El World Trade Center estaba compuesto por varios edificios, siendo las dos principales torres, unos imponentes rascacielos de 110 pisos, que destacaban en el paisaje de Nueva York. Se estima que ese día podrían encontrarse sobre 16 mil personas en el complejo comercial.
El primer ataque terrorista se produce a las 08:46 am, estrellándose el vuelo 11 de American Airlines, contra la Torre del lado Norte, destruyendo desde el piso 93 al 99, lo que produjo la muerte inmediata de cientos de personas. Algunos testigos indicaron que las escaleras quedaron cortadas e inaccesibles, por lo que aquellos que estaban en pisos superiores quedaron atrapados, sin escapatoria posible, y expuestos a humo denso y temperaturas altísimas, producto del incendio generado por el combustible del avión. Diez minutos después, y sin lugar donde refugiarse, varias personas comienzan a saltar al vacío.
El segundo ataque, se produce a las 09:03 am, cuando el vuelo 175 de United Airlines, impacta en forma inclinada la Torre Sur, destruyendo desde el piso 77 al 85.
El desconcierto inicial de las personas, y la creencia de que el primer avión estrellado, se trataba sólo de un terrible accidente, se transforma en verdadero horror por lo que están presenciando. En ese momento, ya eran millones los espectadores en todo el mundo, que seguían los acontecimientos a través de la televisión.
El tercer ataque, esta vez contra el Pentágono, (que es la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos) se produce a las 09:37 am, cuando impacta el vuelo 77 de American Airlines, produciendo la muerte inmediata de 125 personas que trabajaban en el lado oeste del edificio, dejando cientos de heridos.
En todos los ataques, nadie a bordo de los aviones sobrevivió, pues se destruyeron por completo.
¿Cómo y dónde se gestó el ataque terrorista?
El atentado terrorista fue gestado cuatro años antes de su ejecución. Jálid Sheij Mohámed confesó en Guantánamo, que él fue el ideólogo del 11-S, y su idea se basaba en secuestrar diez aviones y utilizarlos como misil explosivo, para realizar los ataques en suelo americano. Dijo que se la planteó a Al-Qaeda en 1997, y que a Osama bin-Laden le había parecido bien, pero que había elegido hacerlo con menos aviones.
Se dedicaron entonces a buscar los individuos adecuados para ejecutar el siniestro plan.
Lograron reclutar y radicalizar completamente a cuatro jóvenes de Hamburgo. Eran universitarios cultos, muy bien preparados, que provenían de buenas y acomodadas familias. Formaron un grupo denominado; “Sociedad Islámica”, y comenzaron a aislarse del resto de la comunidad alemana. Posteriormente llegaron a Afganistán para prepararse, y finalmente viajaron a Estados Unidos para comenzar el curso de pilotaje de aviones en Florida.
Ramzi bin al Shinbh, es quien tuvo la misión de organizar los atentados. (fue detenido en Pakistán en 2002). La última reunión preparatoria de los ataques la realizó en Tarragona, España, en julio de 2001, con el que sería el jefe a cargo de los pilotos, Mohamed Atta.
Para convertir los aviones en gigantescas bombas volantes, los terroristas debían comprar boletos de vuelos con trayectos extensos, que fueran de un extremo a otro del país, lo que exigía que fueran cargados con más de 40 mil litros de combustible.
La segunda parte del plan era reclutar gente menos especializada, incluso sin estudios ni que hablaran inglés, pero capaces de realizar actos violentos utilizando arma blanca. Degollar corderos fue parte de su entrenamiento para secuestrar un avión. A ellos no se les informó que los aviones serían estrellados. Consiguieron convencer a 15 jóvenes en Arabia Saudita, dispuestos a realizar la “Guerra Santa” contra occidente.
La tragedia del vuelo 93, y el sacrificio heroico de sus pasajeros
Tan sólo 4 minutos después de haber despegado el vuelo 93, se producía el primer impacto a las Torres Gemelas, pero esta noticia no la conocían los pasajeros, y el avión seguía su curso normal hacia San Francisco.
Luego de que la segunda Torre fuera también atacada, hubo muchas especulaciones, y se tardó mucho en comprender que los secuestros que estaban ocurriendo, eran para realizar ataques terroristas. Fue entonces, cuando se dio la orden de no dejar salir a ningún otro avión.
Un controlador aéreo de United Airlines, Ed Ballinger, decide enviar un mensaje advirtiendo lo ocurrido a los vuelos que están en el aire y que le corresponde monitorear ese día, a fin de prevenir nuevos secuestros. “Cuidado con cualquier intrusión en la cabina: dos aviones chocaron el World Trade Center”.
Debido a lo escueto del mensaje, es muy poco entendible para quien no ha estado viendo las noticias, por lo que el piloto del 93 responde: “Ed, confirma el último mensaje, por favor”, pero en ese justo momento, ya era demasiado tarde.
Alrededor de las 9:28, los secuestradores portando cuchillos irrumpieron en la cabina. Se estima que obligaron a una azafata a pedir la apertura de la puerta a los pilotos. Sin embargo, se ha mencionado que en 2001, la aerolínea mantenía la política de dejar una copia de la llave en un armario, justo al lado de la puerta, lo que hoy sería una falta de criterio enorme.
El centro de control de Cleveland, recibe la señal de auxilio “Mayday” emitida por la cabina, indicando que el avión estaba siendo secuestrado, y se escucha al mismo tiempo fuertes gritos y violentos forcejeos. El capitán Jason Dahl y el primer oficial LeRoy Homer Jr. habían sido asesinados cortándoles la garganta.
Si bien, fue el único avión que pudo comunicarse con la Torre de Control, en el momento justo del secuestro, desde allí no podían hacer nada para ayudarlos.
Ziad Jarrah, el piloto que había sido preparado, toma el control del vuelo y anuncia a los pasajeros; “Señoras y señores: les habla el capitán. Por favor siéntense y permanezcan sentados. Tenemos una bomba a bordo. Así que siéntense”.
Por un error atribuido al nerviosismo del piloto, el anuncio fue oído y registrado por la Torre de Control.
El anuncio de la bomba era la táctica que usaron los terroristas en todos los vuelos, para someter y atemorizar a los pasajeros, obligándolos a permanecer quietos en el fondo del avión. Uno de los secuestradores tenía adosado a su cuerpo algo que parecían explosivos con un detonador, lo que lo hacía muy convincente.
Resulta muy curioso que los secuestradores hayan permitido que los pasajeros realizaran llamadas telefónicas. Al parecer les estaban dando la oportunidad de despedirse de sus familiares y seres queridos. Pero fue el peor error que pudieron cometer, y que finalmente les impediría llevar a cabo su cometido.
A través de los testimonios de los que pudieron hablar por teléfono durante el secuestro, se supo que Mark Rothenberg, un hombre de 52 años, se levantó y exigió respuestas sobre lo que sucedía a uno de los terroristas, quien le ordenó que sólo hiciera lo que le mandaban, y ante su negativa, lo asesinaron a vista de los pasajeros.
En los primeros momentos del secuestro, los terroristas aún mantenían el transpondedor encendido, que es el instrumento que entrega información a la Torre sobre la velocidad, altitud y rumbo del avión, por lo que pudieron observar como cambiaba su rumbo y enfilaba hacia Washington D.C.
Los pasajeros logran realizar al menos 37 llamadas desde los teléfonos del avión y celulares particulares. Es así como se enteran del ataque a las Torres Gemelas, y comprenden de inmediato el destino que les espera si no hacen algo para evitarlo.
El vuelo 93 se mueve a máxima velocidad, y se encuentra a sólo 34 minutos de su objetivo; el Capitolio. La grabadora de voz de la cabina, registra que el piloto está accionando diferentes interruptores, y logra apagar el transpondedor, por lo que la Torre de Control pierde los datos más importantes de su trayectoria, y sólo pueden seguir a medias su rastro, a través de los radares.
En esos momentos, había alrededor de 4.500 aviones en los cielos de Estados Unidos, y luego de lo ocurrido en el Pentágono, se da la orden de que todos aterricen en el aeropuerto más cercano, algo que nunca se había hecho en la historia de la aeronáutica norteamericana, ocasionando un extraordinario tráfico en las terminales.
En uno de los llamados telefónicos, un pasajero dijo que estaban preparando un plan para recuperar el avión, y que estaban esperando pasar sobre una zona rural, como prevención en caso de desastre.
Luego, a las 09:56 am, el avión entra a una zona rural de Pensilvania. Una asistente de vuelo, avisa por teléfono que están hirviendo agua, y van a entrar a la fuerza a la cabina, para atacar a los secuestradores y recuperar el control del avión.
Algunos familiares tuvieron acceso a una grabación de los sonidos de la cabina, (calificada de confidencial) en donde se puede oír lo que sucede en los últimos instantes del vuelo 93. Relatan que se escuchan demasiados ruidos, gritos y forcejeos de muchas personas. Se logra escuchar cuando golpean a alguien con un objeto, seguido de un grito desgarrador, presumiblemente de uno de los secuestradores que custodiaban la puerta. También se podía oír que utilizan el carro las aeromozas para dar violentos golpes contra la puerta.
En los radares se puede observar que el avión comienza a realizar movimientos erráticos, con maniobras muy extremas. Se cree que los secuestradores entran en desesperación, y están zarandeando el avión de un lado a otro, con fuertes ascensos y picadas, intentando hacer que los pasajeros pierdan el equilibrio y no puedan entrar a la cabina.
La grabación revela que los pasajeros lograron romper la puerta y entrar. Se escuchan gritos en ambos idiomas. Es el momento en que los secuestradores deciden estrellar el avión, o bien perdieron totalmente el control del mismo, acabando en un campo de Shanksville.
Posteriormente se conoció el testimonio de un granjero, quien vio volar el avión en forma invertida, para luego precipitarse hacia el suelo a gran velocidad, perdiendo su rastro detrás de unos árboles, y escuchando luego una gran explosión.
Se estima que el vuelo 93 cayó en picada alrededor de las 10:03 am, y a una velocidad de 900 kilómetros por hora, por lo que los restos quedaron sepultados a mucha profundidad bajo tierra, y otros esparcidos en un extenso terreno. Se lograron encontrar las dos cajas negras, el registrador de datos de vuelo (FDR), y el grabador de voz en cabina (CVR), este último enterrado a unos 7,5 metros de profundidad.
El reconocimiento a los héroes y la posterior guerra contra el terrorismo
El Capitolio, con cientos, o tal vez miles de posibles víctimas en su interior, habría sido destruido, si los pasajeros, unos verdaderos héroes, no hubiesen impedido el plan de los terroristas, ya que se creía que su objetivo era la Casa Blanca, por lo que había sido despejada, y el presidente estaba en resguardo.
Es indudable que las Agencias de Seguridad, se enfrentaron a un desafío sin precedentes en la historia mundial, y para lo cual nunca se habían preparado.
El vicepresidente de Estados Unidos, (en ese entonces) Dick Cheney, declaró respecto al vuelo 93; “Resulta ser que los pasajeros a bordo fueron capaces de moverse con mayor rapidez y efectividad de lo que nosotros pudimos. Fueron enormemente valientes y salvaron cientos de vidas”.
Luego de las investigaciones iniciadas con suma celeridad, se responsabilizó a la red de Al-Qaeda, lo que condujo a Estados Unidos a la guerra en Afganistán, para desarticularla y capturar a su líder; Osama bin-Laden.
Posteriormente, bajo la consigna de “Guerra total contra el Terrorismo” Irak fue considerado como parte del “Eje del Mal”, siendo invadido en 2003.
Con la retirada definitiva de las tropas estadounidenses en Afganistán, los Talibanes recuperaron rápidamente el control total del país, desatando una crisis humanitaria, y lo que es peor, se piensa que podría volver a ser un santuario de los grupos terroristas como Al-Qaeda y el Estado Islámico (Isis).
Las interrogantes y las teorías conspirativas que aún subsisten
Como siempre, y en todo orden de cosas, existen teorías conspirativas, y lo sucedido el 11 de septiembre no escapa a ello.
Se habla de que la caída de las Torres no debió ocurrir, al menos de la manera en que lo hicieron, pues el humo negro era indicativo de falta de oxigeno, luego el fuego no podía arder con tanta intensidad como para derretir el acero, y que más bien, parecía una demolición controlada, en las cuales se utilizan cargas y detonaciones, ocasionando una caída limpia hacia el interior.
También mencionan el caso de la Torre 7, que tenía 47 pisos y se derrumbó demasiado rápido, pero no fue impactada por ningún avión, ni recibió combustible que avivara su incendio.
Se habla también de movimientos bursátiles extraños, realizados con anterioridad a los ataques, y de seguros tomados días antes, con indemnizaciones millonarias en caso de ataques terroristas, lo que resulta al menos, muy curioso.
Respecto del Pentágono, señalan que el agujero resultante que se ha mostrado, es de un tamaño muy inferior al que debería provocar el tipo de avión que supuestamente lo chocó, y que además, resulta muy extraño que no fuera interceptado antes por el extraordinario sistema de seguridad y control del espacio aéreo que posee el edificio.
En el caso del vuelo 93, algunos creen que este avión acabó en un campo rural, porque fue derribado por cazas de la Fuerza Aérea, lo que sería un contrasentido respecto de lo ocurrido con el Pentágono.
Se habla también que Ahmad Shah Masud, uno de los guerrilleros que lideraron a los muyahidines, para expulsar a los soviéticos del territorio afgano, había anunciado con bastante antelación lo que pretendía Al-Qaeda, pero sus declaraciones no fueron tomadas en cuenta.
En relación a Osama bin-Laden, es un caso especial, y las interrogantes llenarían un artículo completo.
Aunque la realidad supere a la ficción, y aparezcan teorías de todo tipo, es realmente difícil lograr que demasiadas personas, empresas y estamentos involucrados, se hayan puesto de acuerdo para mostrar y convencer al público de una versión diferente a la realidad de los hechos ocurridos y que por lo demás, fueron presenciados por gran parte del mundo.
Finalmente cabe señalar, independiente de las teorías conspirativas o interrogantes existentes en torno a esta tragedia, que lo realmente importante son las miles de vidas sacrificadas por los terroristas en un acto jamás visto.
Por lo tanto, la pregunta es ¿hasta dónde es capaz de llegar el terrorismo con tal de lograr sus fines?
Enlaces sugeridos:
11-S: los 149 minutos de caos y terror que cambiaron el mundo
https://www.bbc.com/mundo/resources/idt-b7a00a0b-9386-4fae-84b7-9c3e9f39d8ff
La reivindicación del vuelo 93
https://www.lavanguardia.com/internacional/20210905/7700315/reivindicacion-vuelo-93-11-s.html
Los atentados, especial 11-S
https://www.elmundo.es/especiales/internacional/2011/11-S/asi-fue/index.html
Vuelo 93 de United Airlines
https://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_93_de_United_Airlines
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