Ya se cumplieron 9 años de la terrible guerra en Siria, una guerra que parece que no tendrá fin, donde ya han fallecido miles de personas y otras tantas han tenido que emigrar en busca de una mejor vida. Emigran sin saber si serán recibidos en algún país vecino, pero no pierden la esperanza, porque es lo único que les queda.
Origen de la Guerra de Siria
El motivo que dio inicio a la guerra en Siria, en el año 2011, fue la oposición al régimen de Bashar al Asad, por medio de un levantamiento pacífico del pueblo, para luego pasar a una brutal y sangrienta guerra civil, donde incluso han participado potencias regionales e internacionales.
Durante muchos años, antes de que se iniciara el conflicto, el pueblo sirio ya se quejaba de un alto índice de desempleo, de extensa corrupción, de falta de libertad política y de la represión del gobierno.
En marzo de 2011, un grupo de adolescentes pintaron un muro escolar con consignas revolucionarias, fueron arrestados y torturados por las fuerzas de seguridad. Esto llevó a la rabia e impotencia.
Este acontecimiento, provocó protestas prodemocráticas, inspiradas por la Primavera Árabe, las manifestaciones populares que se extendían en los países de la región y que pedían más democracia y derechos para sus poblaciones.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad respondieron abriendo fuego contra los manifestantes, matando a varios de ellos, esto provocó que muchas más personas salieran a las calles.
El levantamiento se extendió por todo el país, exigiendo la renuncia del presidente Al Asad, pero la respuesta y el actuar del gobierno, sólo reforzó la determinación de los manifestantes, saliendo cientos de miles a las calles, pidiendo la renuncia del presidente y unos meses después, ya muchos habían decidido empuñar las armas.
Una cosa llevó a la otra, los simpatizantes de la oposición empezaron a armarse, primero para defenderse y después para expulsar a las fuerzas de seguridad de sus regiones.
Así empezó una guerra sin fin, donde se involucraron otros países para defender sus intereses, tanto comerciales como territoriales. Y esto le dio un giro a esta guerra.
¿Quienes participan en esta guerra?
La oposición, o sea, los que quieren la destitución de Al Asad, la constituyen numerosos grupos rebeldes, integrados por diferentes tipos de personas. Son combatientes rebeldes moderados y seglares, así como grupos islamistas y yihadistas.
Entre estos últimos, está el autodenominado Estado Islámico (EI) y el Frente Al Nusra, un grupo que en sus comienzos estaba afiliado a Al Qaeda y a principios de 2017 se fusionó con otros cuatro grupos islamistas para convertirse en Tahrir al Sham. Y así, los combatientes de EI, crearon una guerra dentro de una guerra.
Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros seis países, a partir del año 2014, dirigieron incursiones aéreas contra el Estado Islámico en Siria, evitando atacar a las fuerzas del gobierno sirio. Estados Unidos no ha intervenido tanto desde el gobierno de Donald Trump, pero sí lo hizo en respuesta a un devastador ataque con armas químicas, en el año 2017.
En el año 2018, con el apoyo de los gobiernos británico y francés, Washington realizó otra operación aérea en respuesta a un nuevo ataque con armas químicas en contra de civiles.
Imagen: Vatican News
La intervención de Estados Unidos no se compara con la que ha tenido Rusia, ya que se responsabiliza a éste país de haber cambiado el curso de la guerra en favor de Al Asad. El apoyo militar ruso fue clave para que el gobierno de Al Asad pasara a la ofensiva y recuperara el territorio perdido casi en su totalidad.
La guerra en Siria ha provocado la muerte de 384.000 personas, de ellos son 116.000 civiles y el desplazamiento interno de más de 6 millones. Además, 5,7 millones de refugiados en el exilio. En el último conflicto, en Idlib, se han desplazado casi un millón de personas hacia las fronteras vecinas.
Esta guerra ha provocado un nivel de pobreza extrema, el 80% de los sirios vive por debajo del umbral de pobreza y la mitad de la población depende de la ayuda humanitaria exterior.
El país está literalmente en el suelo y su reconstrucción se estima en unos 400.000 millones de dólares, con una economía e infraestructuras arrasadas. La inflación y el desabastecimiento son la gota que rebalsó el vaso. Este es el panorama para los que aún siguen viviendo en el país, o mejor dicho, sobreviviendo.
“No hay solución militar y no podemos entrar en el décimo año de la guerra con más carnicerías. Los bandos en liza deben retornar al proceso paz auspiciado por Naciones Unidas en la resolución 2254 desde 2015, que sigue siendo la única vía para alcanzar una paz duradera”. Este fue el mensaje apenas cifrado que envió el viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, al régimen de Damasco como condición para el reconocimiento internacional de su legitimidad. (elpais.com).
Otra historia es la de los países aliados, que en su afán de proteger sus intereses, no han escatimado en recursos para apoyar a los diferentes bandos. Esos países son EE.UU, Rusia, Irán y Turquía. Incluso Israel, que está cuidando su frontera con Siria, para impedir que se afiancen militarmente las fuerzas de Teherán.
Teherán ha gastado miles de millones de dólares al año para fortalecer a las fuerzas del gobierno sirio, ofreciendo asesores militares, armas, crédito y petróleo. Porque Siria es el principal punto de tránsito de armamentos que Teherán envía al movimiento chiita Hezbolá en Líbano. El cual ha enviado a miles de combatientes para apoyar a las fuerzas sirias.
Rusia defiende sus intereses estratégicos en Siria, en particular las bases aeronavales en la provincia costera de Latakia, las únicas disponibles para la flota rusa del Mediterráneo.
Las milicias kurdas aliadas de Estados Unidos se han atrincherado en los yacimientos de petróleo. Turquía respalda a varios grupos rebeldes, Israel cuida su frontera de las fuerzas de Teherán y así cada uno defiende sus intereses.
Este es un problema militar, político y económico, que ha provocado el caos en el país, sin la esperanza de poder solucionar el tema de fondo, ya que el presidente Bashar al Asad pretende seguir en el poder y los países aliados no se retirarán, porque tienen intereses creados en esa región.
No podemos olvidarnos de la parte humanitaria, que debería ser lo más importante, ya que los que más han sufrido con esta guerra son los civiles, entre ellos, niños inocentes que han pagado con sus vidas la irresponsabilidad de los adultos que dirigen el país, que no han sido capaces de brindarles uno de los derechos humanos más preciados, el derecho a la vida.
La guerra en Siria ha provocado que millones de habitantes emigraran del país y otros millones se desplazaran dentro de la región, huyendo de la guerra en busca de una mejor vida, dejando atrás su historia.
Se necesita mucha ayuda extranjera para que el país salga adelante, la situación de las personas en alimentación, salud, hogar, etc…es muy grave.
¿Estaría durando tantos años esta guerra si no hubieran intervenido otros países?
¿Quién tiene la solución?
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37451282
https://www.telesurtv.net/news/siria-nueve-anos-conflicto-crisis-humanitaria-20200314-0002.html
Oferta Formativa
Te recomendamos que analices el Máster Oficial de Historia Militar.
El Máster de Historia Militar es una titulación oficial de II livello (segundo nivel) de la universidad Pegaso de Italia, que da acceso al doctorado debido a su adaptación y acogida al plan Bolonia y al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
Este Máster, que cuenta con el apoyo del Instituto de Historia y Cultura Militar, se enfoca en los registros de los conflictos armados de la historia de la Humanidad, incluyendo la evolución de los materiales, del armamento, de las tácticas y de las estrategias empleadas a lo largo de la historia.
Para mayor información ingresa a nuestra página de INISEG Formación