Espionaje y control de los ciudadanos
La privacidad del ciudadano, el uso de las nuevas tecnologías como método de control, la seguridad como excusa, son cuestiones, siempre, de actualidad y relevancia.
Cada año surgen nuevos métodos de aplicación que vulneran nuestros derechos fundamentales impunemente, muchos de ellos amparados por el secretismo de las correspondientes organizaciones de seguridad nacional, inteligencia y gubernamentales. Por ejemplo, la red de espionaje masivo Echelon explicada en este mismo blog o el proyecto Dumbo, que más adelante desarrollaré.
En otros casos, las vulneraciones se realizan “a cara descubierta” bajo amenazas de prisión y sanciones económicas, además, utilizando nuevamente el pretexto del terrorismo y la seguridad. Por ejemplo, el spyware para dispositivos móviles impuesto por las autoridades chinas en el territorio de Xinjiang.
Los debates entre seguridad y privacidad, seguridad y democracia y seguridad y libertad siguen muy vivos.
CleanWebGuard – JingWang
Recientemente, a finales de julio, saltó la noticia en periódicos y digitales internacionales de perfil bajo, como el business-standard o la Radio Free Asia y sin que ningún medio español se hiciera eco en portada, la preocupante noticia de que en China se estaba obligando a la población de la región autónoma de Xinjiang, en donde viven las minorías uigur y kazaja, ambas musulmanas, a instalarse en sus dispositivos móviles la aplicación “CleanWebGuard” o también denominada “JingWang”, una aplicación capaz de evitar el acceso a contenidos calificados por las autoridades de ese país como “información nociva” entre otros adjetivos, además de extender la vigilancia digital a la que están sometidos los ciudadanos de la República Popular de China.
La principal razón de invadir la privacidad de la población son los atentados reiterados de los grupos separatistas que tienen como objetivo principal a las fuerzas y cuerpos de seguridad estatales. Sin embargo, en los últimos años estos atentados han evolucionado hasta cometerlos en la mismísima plaza de Tiananmen, en donde una familia estrelló su coche matando a diversos turistas (octubre 2014).
Como observamos, los atentados hace años que traspasan los ámbitos territoriales de Xinjiang, el conflicto étnico se complica.
La evolución de estos grupos en aplicar la violencia y la diversificación de sus objetivos a propiciado un cambio en las políticas públicas de seguridad que ahora invaden el espacio privado de los ciudadanos con el objetivo de eliminar esta amenaza.
Una de esas iniciativas nuevas, es la app JingWang.
JingWang es un servicio de protección y un sistema de categorización de adultos y llaves introducidas por Jiangsu Telecom, capaz de extraer del smartphone en cuestión, fotos, videos y demás contenido multimedia, siendo, además, un filtro para evitar páginas de dudosa reputación.
Obviando el problema ético de obligar a la población a instalarse una app en su teléfono móvil, el principal escollo del JingWang es el posible uso indiscriminado por parte de las autoridades, sin ir más lejos, según el medio de comunicación Radio Free Asia, diez ciudadanas fueron arrestadas por utilizar un chat privado, por lo visto, sus mensajes no gustaron al régimen chino.
En la misma línea, otro medio, esta vez, el Freedom House, una organización defensora de los derechos humanos ha publicado un informe que denuncia un comunicado emitido por las autoridades de Urumqi, capital de la región de Xinjiang, en el que se insta a todos los residentes y empresarios a presentar sus teléfonos móviles, discos duros, portátiles y tarjetas de memoria para una revisión, en busca de información comprometedora.
A día de hoy, la embajada china en Madrid no ha respondido mis consultas acerca de esta aplicación espía o spyware.
Proyecto Dumbo
En el mes de marzo pasado, WikiLeaks publicó diferentes cables relacionados con la CIA, en concreto el denominado “Vault 7”. La organización de Julian Assange filtró mediante este archivo el proyecto Dumbo.
Este proyecto de la agencia de inteligencia pretende controlar los dispositivos de captación de imagen y sonido de un portátil o equivalente (cámara web y sonido), además de poder modificar y corromper las grabaciones realizadas con los dispositivos en donde se encuentre instalado. Estos dispositivos pueden ser controlados de manera local o mediante redes wifi.
Al borrar o manipular grabaciones, se pueden crear falsos archivos o destruir pruebas reales de la operación de intrusión, este es el auténtico propósito de esta aplicación, la posibilidad de crear escenas irreales de la nada.
Dumbo puede detectar y manipular objetivos que ejecuta Microsoft Windows, a excepción del Windows XP y anteriores.
Internet y la vigilancia digital
Internet, la herramienta de comunicación y generación de riqueza más importante del momento, un entorno de libertad prácticamente infinito y un medio de comunicación democratizador, fue un invento militar. Este hecho anecdótico no debería de sorprendernos, la mayoría de los grandes avances de la humanidad han tenido una relación estrecha con las fuerzas de defensa de los países más desarrollados del mundo.
Hace cincuenta años que internet se creó en la UCLA y prácticamente treinta desde que se popularizó entre la ciudadanía global. Ha ayudado a evolucionar nuestra manera de comunicarnos, ha creado nuevas profesiones, nuevas maneras de ver la vida, nuevos conceptos económicos y muchas otras cosas. Sin embargo, esta evolución extraordinariamente rápida de los acontecimientos ha provocado que en la última década los poderes públicos se hayan replanteado su visión de internet. Ya sea por la piratería de archivos musicales y cinematográficos, la relativa impunidad al amenazar o calumniar a alguien por Twitter, a las ciber amenazas o a cualquier otra acción incomoda que la red ampare, los estados están trabajando para limitar la libertad que tenemos los ciudadanos para utilizarla. Es un hecho indiscutible.
China por ejemplo tiene planeado bloquear el acceso a las redes privadas virtuales mediante el control que ejercen las tres grandes empresas públicas del estado, suministradoras de internet, la Chine Mobile, China Unicom y China Telecom. De este modo controlaran a la disidencia y seguirán evitando que se encuentren comentarios críticos en la red sobre las políticas del gobierno.
En Rusia también temen a Internet. Este año la Duma ha aprobado una ley que prohíbe el uso de plataformas de mensajería anónima, como Telegram, y de redes virtuales privadas que enmascaran la identidad digital de los usuarios de internet. Exactamente como en China.
Pero no solamente quieren prohibir la comunicación entre ciudadanos, también practican la mayor censura del mundo en contenidos según Google. Según el informe de transparencia que realiza la empresa norteamericana, Rusia ha solicitado en 2016 la eliminación de más contenidos que todos los demás Gobiernos del mundo juntos, el 85% de las veces por razones de “seguridad nacional”.
Como podemos observar la seguridad se utiliza una vez más para coartar la libertad de los ciudadanos, ya sea para comunicarse mediante los smartphones, para comunicarse utilizando otras plataformas, para buscar información o para expresar una opinión.
Así mismo, los spyware están evolucionando para poder modificar la realidad en beneficio propio como hemos visto con Dumbo.
El control de internet es una de las batallas más importantes de la actualidad. Orwell se quedó muy corto con sus reflexiones sobre poder, tecnología y libertad en el libro “1984”.
¿Es una real amenaza internet para todos nosotros?
¿Estamos avalando el espionaje usando plataformas sin filtro ni limite?
Formación profesional que te puede interesar
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