La actual pandemia del coronavirus, pone en la palestra las estrategias de Seguridad Nacional, tanto en EE.UU. como en Europa, para hacer frente a esta crisis. ¿Existen estrategias para enfrentar una pandemia? ¿Existen estrategias para enfrentar una guerra biológica?
Pandemias: ¿existen estrategias de Seguridad Nacional para enfrentar la crisis?
El coronavirus ha puesto en jaque a todos los países, tanto en lo sanitario como en las estrategias de seguridad nacional que deben ser empleadas para enfrentar una pandemia.
¿Tienen los países implementadas estrategias de seguridad nacional para enfrentar una pandemia? ¿Tienen presupuesto asignado para un desastre biológico?
Son muchas las preguntas, ya que frente a la pandemia del Covid-19 hemos visto cómo han reaccionado los países y las deficiencias que cada uno tiene en lo sanitario y en la seguridad nacional.
Esta pandemia ha sido una tremenda prueba mundial en lo que se refiere a estrategias, sobretodo en la preparación que deben tener los países para poder enfrentar una pandemia. Tanto en lo económico como en lo sanitario.
Es cierto, que ningún país puede estar preparado cien por ciento para una epidemia, porque no se puede saber de antemano la magnitud del contagio del virus, el efecto que puede producir en la población, cuánto presupuesto se debe tener, etc.
Son muchas las variables que se deben manejar, pero también es cierto, que se pueden tener estimaciones como para generar estrategias de Seguridad Nacional y así no estar tan a merced de los imprevistos.
Doctrinas de Seguridad Nacional de EE.UU.
Lamentablemente, las actuales doctrinas de Seguridad Nacional de EE.UU. y Europa no priorizan el desafío de nuevas enfermedades infecciosas.
Como ya sabemos, en las últimas décadas han surgido nuevas amenazas que pueden desestabilizar a un país y al mismo tiempo, las estrategias de Seguridad Nacional se han ido rediseñando para enfrentar estos peligros.
¿A qué peligros nos referimos?…a ciberataques contra infraestructuras críticas, migraciones masivas por el cambio climático y guerras, vulnerabilidad energética, y pandemias como el actual Covid-19.
Sin embargo, en la práctica es totalmente distinto el escenario. Los países occidentales no han dedicado los recursos necesarios para desarrollar planes efectivos de prevención y respuesta rápida frente a la aparición de nuevas enfermedades infecciosas.
Muy distinto a algunos países asiáticos, que han sido golpeados con epidemias en los últimos años, lo que les ha permitido estar a la vanguardia con medidas ambiciosas, destinadas a evitar la propagación de nuevos virus en sus territorios.
Hace cuatro décadas atrás, se pensaba que las enfermedades infecciosas eran cosa del pasado, pero cuándo irrumpió el VIH y se convirtió en un problema global, los asesores de seguridad estadounidense empezaron a plantearse que la aparición de nuevas afecciones contagiosas podrían desestabilizar el país, aunque no alcanzaran a su territorio.
Desde los ataques con carbunco en el año 2001 en EE.UU. la atención se centró en el terrorismo biológico, lo que les hizo pensar, que muchos de los planes de respuesta frente a este tipo de amenazas, también resultaría útil en crisis sanitarias o de desastres naturales.
Frente a las epidemias de principios de este siglo, SARS, H1N1, MERS y ÉBOLA, se escucharon muchas voces autorizadas que instaban a los gobernantes al diseño de estrategias concretas.
Samuel Brannen, investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) con sede en Whashington, señala lo siguiente:
“Comenzó a ser un asunto recurrente en las políticas de seguridad nacionales y en EE UU, en particular, se trabajó en su desarrollo tras el SARS [en 2003] y el H1N1 [en 2009-10], pero la seguridad sanitaria no llegó a ser una prioridad para los Gobiernos occidentales“. Además, añade: “Es importante que empecemos a reconocer que las pandemias amenazan nuestras sociedades tanto como librar una guerra con Rusia, por ejemplo” (elpais.com)
En la Estrategia Nacional de Seguridad del año 2015, en la era de Obama, se dedicaba un párrafo a las enfermedades infecciosas y a las pandemias, considerada una de las ocho principales amenazas para la población estadounidense.
Con la epidemia del ébola en África, se dieron cuenta del peligro que supone un virus rabioso y por ende, en el documento, la administración demócrata asumía su responsabilidad como potencia mundial ante la deficiencia de recursos sanitarios en la mayoría de países: “Salvaremos vidas fortaleciendo las regulaciones sobre seguridad alimentaria y desarrollando un sistema global para prevenir epidemias evitables y detectar brotes en tiempo real para responder más rápida y efectivamente”. (elpais.com)
Según el investigador, Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, considera que Obama “identificó el problema, pero no supo darle respuesta”.
El presidente Donald Trump, casi un año después de asumir la presidencia, lanzó su propia estrategia, la cual estaba dirigida al conflicto entre superpotencias y eliminaba el cambio climático como peligro.
Su slogan es: “Proteger a los estadounidenses, al país y el modo de vida americano”, dentro de este pilar tenía cabida el combate a las bioamenazas y pandemias.
En el fondo, el plan de Seguridad Nacional gira en torno a los sospechosos de siempre: Rusia, China, Irán y Corea del Norte. Para lo cual sostiene que en materia de seguridad no hay límite de gasto.
Pese a ello, hizo cambios drásticos, desmanteló la Dirección para la Salud Global y la Biodefensa del Consejo de Seguridad Nacional, organismo que asesora a la Casa Blanca en la prevención de pandemias, redujo la cantidad de expertos de 250 a 120.
Además, recortó el presupuesto en 700 millones de dólares, de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades Infecciosas, despreciando los consejos de los analistas que veían la posibilidad de una pandemia como una amenaza real. El recorte ha sido revertido por el Congreso de Estados Unidos.
La Administración Trump, rechazó utilizar una guía de 70 páginas elaborada por el Consejo de Seguridad Nacional, dónde se hacían recomendaciones y se le daban instrucciones a las agencias federales para evitar una posible crisis como la actual.
Doctrinas de Seguridad Nacional de Europa
La Unión Europea, por su parte, señalaba lo siguiente, que la Unión trabajaría “para lograr una mayor eficacia en la prevención y detección de las pandemias y en la manera de responder a las mismas”.
El investigador Félix Arteaga comenta lo siguiente: “Los países europeos se fijaron el objetivo de adoptar planes de preparación y respuesta, pero en la práctica han fallado”. “Las epidemias se veían lejanas, como algo exótico”.
En el año 2011, ya se reflejaban las enfermedades a gran escala en la primera estrategia de seguridad española, señala Pere Vilanova, investigador del CIDOB y exdirector de Asuntos Estratégicos y Seguridad en el Ministerio de Defensa.
Señala el experto, que “Se puso sobre la mesa la necesidad de integrar niveles de gobierno muy distintos entre sí, con competencias diferentes, y de concienciar a las instituciones públicas, a la Administración y a la clase política de que esto debía prepararse con antelación”.
La estrategia actual, publicada en el año 2017, incide en el alto número de turistas que recibe España, el envejecimiento de su población, el clima que favorece cada vez más enfermedades infecciosas, naturales o intencionadas, por lo que es necesario, inspeccionar mercancías en fronteras, desarrollar programas de prevención y contar con buenos sistemas de saneamiento, etc.
Muy distinto es lo que ocurre en Reino Unido, ya que su estrategia de seguridad nacional vigente, de 2015, sitúa las pandemias entre los riesgos de primer nivel, junto con el terrorismo, las amenazas cibernéticas o los conflictos militares internacionales. Por delante del peligro de las armas de destrucción masiva. El problema de fondo, es no contar con el presupuesto necesario y la financiación insuficiente del NHS (Servicio Nacional de Salud Británico) hace dos décadas, a pesar de que los planes están bien diseñados.
En Francia, en su estrategia de seguridad de 2013, se describió una situación como la que afecta al país hoy: “Existe el riesgo de que surja una nueva pandemia altamente patógena y con una fuerte letalidad que resulte, por ejemplo, de la aparición de un nuevo virus que traspase las fronteras de las barreras de la especie o de un virus escapado de un laboratorio de confinamiento”.
El informe no indicaba las medidas a tomar, pero sí una mayor participación en la materia de los países europeos.
En el caso de Italia, el país que sufre las peores consecuencias de la pandemia del Covid-19, el Libro Blanco para la Seguridad y la Defensa Internacional, de 2015, cita que se debe tener en cuenta lo siguiente: “los riesgos generados por la migración masiva, las pandemias, el terrorismo y el crimen”.
En cambio en Alemania, la estrategia de seguridad nacional más reciente describe que los brotes “confinados localmente” de enfermedades contagiosas “pueden precipitar un colapso de los sistemas de salud y el orden público”, además de acarrear “costos económicos considerables”.
Además, según dice el texto, Alemania apoya la prevención y gestión de tales desafíos, incluso a través de “la creación de un contingente de personal médico especializado a nivel nacional y europeo, así como de capacidades logísticas para desplegar rápidamente a dicho personal en regiones en crisis”
Podemos llegar a la siguiente conclusión, los países y sus respectivos Gobiernos, se quedaron sólo en el papel y en las buenas intenciones con respecto a las medidas a tomar en este tipo de crisis. No llevaron a la práctica las medidas de Seguridad plasmadas en las Doctrinas de Seguridad Nacional de cada país.
Después de esta crisis sanitaria habrá que hacer un análisis y balance acucioso de lo que se hizo y de lo que no se hizo frente a esta pandemia del coronavirus.
¿Podrá la humanidad en su totalidad hacer un mea culpa frente a esta crisis sanitaria?
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://elpais.com/internacional/2020-03-29/pandemias-una-amenaza-identificada-pero-desatendida.html
https://www.defensa.gob.es/defensa/politicadefensa/estrategiaseguridad/
https://elpais.com/internacional/2017/12/18/estados_unidos/1513617508_060136.html
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