El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es una organización guerrillera insurgente y terrorista colombiana, de extrema izquierda y que opera en Colombia y Venezuela. Esta organización se conformó en el año 1964 y es un actor del conflicto armado interno en Colombia.
Inminente atentado terrorista del Ejército de Liberación Nacional en Colombia
Los objetivos de esta organización son: establecer un estado socialista a través de la toma del poder, luchar por la reforma agraria, el desarrollo económico, un plan de vivienda, un sistema popular de crédito, un plan vial, la reforma educativa, la incorporación indígena, la libertad de pensamiento y culto, la política exterior independiente y un Ejército popular.
La ideología del ELN se basa en el marxismo-leninismo y en el guevarismo y camilismo (Camilo Torres), influenciado por la Teología de la Liberación.
Camilo Torres es considerado como uno de los precursores de la organización, fue sacerdote, sociólogo y pionero de la Teología de la Liberación en Latinoamérica.
El ELN recibió apoyo fundacional de sacerdotes católicos socialistas, que se convirtieron en guerrilleros activos.
Para promover y denunciar la solución de las necesidades sociales de la población, frente a la explotación nacional e internacional, el ELN incluye el uso de la lucha armada.
Una forma de protestar por el abuso internacional de la explotación de los recursos colombianos, es atacar a las infraestructuras petroleras del país.
En la actualidad
El ELN tiene 7 frentes de guerra y/o áreas estratégicas y un Frente Urbano Nacional, al día de hoy. Cada frente está subdividido en 29 frentes rurales y 22 compañías móviles, todo con alcance nacional.
El ELN se financia con el narcotráfico y con la minería ilegal en Colombia.
El Ejército de Liberación Nacional ha practicado el reclutamiento forzado de niños, según el Comité para los Refugiados de Naciones Unidas. Y se ha extendido a regiones fronterizas, donde reclutan niños y niñas de comunidades indígenas.
Este delito aumentó a pesar de la pandemia de Covid-19, en un 113% aún estando en cuarentena.
Son Grupos Armados Organizados quienes cometen estos delitos de violaciones al Derecho Internacional Humanitario, mediante acciones violentas.
Los secuestros se realizan con fines económicos y políticos o por intercambio de guerrilleros presos. Similar al accionar de la antigua guerrilla de las FARC-EP, en la búsqueda de un acuerdo humanitario.
Hace unos meses el presidente de Colombia, Iván Duque, reiteró su negativa al diálogo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ya que ha creado la posibilidad de que los jefes de las disidencias y los grupos residuales diferentes a esta guerrilla se sometan a la justicia.
Después del acuerdo de paz con las extintas FARC de hacer un cese al fuego bilateral, para reiniciar los frustrados diálogos, el ELN es la última guerrilla activa en el país.
El presidente Iván Duque fue tajante al decir lo siguiente: “El ELN es un grupo terrorista que ha flagelado con barbarie al país por décadas. Colombia les exige que liberen los secuestrados y pongan fin a sus actos criminales”.
La propuesta de sometimiento a la justicia del presidente Duque, la extendió también a integrantes de otros grupos armados ilegales diferentes al ELN.
El llamado al alto al fuego ha sido reiterado por altas autoridades, del país y extranjeras, pero aún no ha cesado. Debe haber un diálogo de ambas partes, donde se respeten los acuerdos, para así llegar a la tan ansiada paz del pueblo colombiano.
El Consejo General de Naciones Unidas y el Papa Francisco hicieron un llamado al ELN para que hicieran un alto al fuego, a pesar de esto, el ELN no se compromete a liberar a los secuestrados, que es el objetivo principal del llamado.
En un extracto de una carta del ELN se lee lo siguiente: “De pactarse ese cese bilateral, se crearía un clima de distensión humanitaria, favorable para reiniciar los diálogos de paz”. Pero aún no se reinicia el diálogo.
El Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, dijo lo siguiente:“El ELN debe hacer propuestas más concretas para el pueblo colombiano (…) aunque para muchos parezca una señal novedosa, no lo es. Si tiene una propuesta seria y sostenible de paz, debe hacer anuncios más serios”.
Desde el año 2003 que se inició el camino de desmovilización individual para el grupo guerrillero del ELN, por lo tanto, deberán seguir por este camino, según ha reiterado el presidente Duque. Lo mismo sucede para los jefes de los llamados Grupos Armados Residuales, entre ellos el Clan del Golfo, Los Pelusos, Los Carrapos y las disidencias de las FARC.
El Gobierno de Duque ofrece incentivos económicos y jurídicos a los integrantes de esas bandas para dejar las armas.
Los máximos líderes del ELN se encuentran en la Habana, y la Administración colombiana ha exigido al Gobierno cubano que extradite a los que llegaron al país en calidad de negociadores, y por lo mismo, están protegidos por los protocolos de ruptura de los diálogos.
Todos estos acontecimientos llevan a una constante tensión entre los países involucrados, incluso, hace unos días Cuba advirtió al Gobierno colombiano de un inminente ataque terrorista del Ejército de Liberación Nacional.
El Embajador de La Habana en Bogotá avisó haber recibido “una información cuya verisimilitud no podemos evaluar acerca de un supuesto ataque militar”, que ocurriría en los próximos días en Bogotá. Le llaman ataque militar porque no reconocen que el ELN sea un grupo terrorista, al igual que varios países.
El Gobierno colombiano no ha logrado averiguar la veracidad de dicha información y ha valorado el gesto cubano de manera positiva. Lo mismo ha hecho el Comisionado de Paz colombiano, Miguel Ceballos, diciendo que esa es la dirección que se debe llevar en estos casos, atendiendo al cumplimiento de las obligaciones internacionales de todos los países, que tienen el compromiso de perseguir a los grupos armados que cometen actos terroristas.
La misiva dice lo siguiente:“Nuestra embajada en Colombia recibió una información, cuya verisimilitud no podemos evaluar, acerca de un supuesto ataque militar por parte del Frente de Guerra Oriental del ELN para los próximos días en Bogotá”.
Además, agrega la misiva lo siguiente: “la delegación de paz del ELN en La Habana expresó total desconocimiento”, del atentado que estarían preparando sus compañeros.
El Embajador de Cuba en Colombia, entregó la misiva al Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación sudamericana esta semana.
Políticos y analistas colombianos intentan descifrar las verdaderas intenciones que esconde la carta. Lo que queda claro en el mensaje, sin duda, es que el régimen castrista no considera al ELN como un grupo terrorista, ya que no escribe atentado, sino, “ataque militar”.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.elmundo.es/internacional/2021/02/09/6022ca7621efa0a33a8b4654.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Ej%C3%A9rcito_de_Liberaci%C3%B3n_Nacional_(Colombia)
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