Esta es una traducción del artículo original, conservando plena fidelidad en su contenido y mensaje.
La situación y los encierros del Covid-19 exigen que nos adaptemos y nos reinventemos, incorporando mecanismos alternativos de resolución de conflictos, particularmente dentro del sector judicial. Aquí, Antonio Berlanga-Sánchez y Virginia Pardo-Iranzo delinean un servicio de mediación policial exitoso en España.
¿Crisis? ¿Qué crisis? fue el cuarto álbum de estudio de la banda Supertramp, lanzado por la compañía discográfica A&M Records en septiembre de 1975. Aunque no fue el álbum más exitoso del grupo, queremos usar su mensaje en un contexto de transformación positiva para dar forma a este artículo, moldeando la situación actual y la aplicación de los nuevos paradigmas en el ámbito de la seguridad y la convivencia y haciendo uso de una herramienta que nos ha dado muy buenos resultados: la mediación policial.
A continuación, presentamos la experiencia de la policía española con respecto a la implementación y despliegue de sistemas alternativos de resolución de disputas entre los ciudadanos y las fuerzas del orden. Una de las herramientas más eficaces es el uso de la mediación policial como método alternativo de resolución de disputas; esto ha propiciado una mejora de las condiciones de los ciudadanos y una mayor confianza en la policía.
Sin duda, actualmente estamos sufriendo una crisis sanitaria y, por tanto, una crisis de seguridad, cuyo alcance ha superado todas las previsiones iniciales. La pandemia ha cambiado nuestra sociedad y nuestra forma de vida y, al igual que el virus, nuestra sociedad también ha mutado a una velocidad desequilibrada.
Estos períodos de crisis y pandemias cíclicas no son nuevos a lo largo de la historia. En el siglo XIV la peste bubónica se extendió por Europa, y también la llamada gripe española de 1918, que se cobró entre 20 y 50 millones de vidas. Existe una gran disparidad entre estas cifras debido a que no hubo control censal epidemiológico a nivel global y muchos casos no fueron cuantificados. Aunque esta disparidad nos parezca lejana, no difiere mucho de lo que está sucediendo hoy, con las enrevesadas cifras (por decirlo suavemente) proporcionadas por algunos gobiernos y comunicadas a diario.
Crisis anteriores como el ébola o la influenza aviar A (H5N1), también sirven como ejemplos. H5N1 es una enfermedad infecciosa causada por cepas tipo A del virus de la influenza. Se detectó en humanos en 1997 en Hong Kong y nos dio indicaciones de lo que podría suceder. Al igual que los ataques terroristas en los EE. UU. el 11 de septiembre de 2001, Covid-19 ha cambiado el paradigma de la seguridad a escala global.
Nuestra sociedad y la forma de vida nuevamente están bajo ataque, pero con una diferencia; esta vez por un enemigo invisible, pequeño, silencioso y asimétrico. A veces, no ver al enemigo nos da la engañosa ilusión
de un (falso) sentido de superioridad, que conduce a un grave error estratégico. Así como el paradigma de la seguridad cambió después de los ataques del 11 de septiembre, lo mismo ocurrirá con la pandemia, que sin duda transformará nuestra percepción global de la sociedad. Dentro del componente social, veremos la transición de la llamada “nueva normalidad” a una nueva realidad que se convierte en la base de nuestra sociedad. Relaciones online con el clic de un botón, teletrabajo, redes sociales, educación y formación desde casa
– la hiperconectividad ocupa ahora un papel central.
Las claves del nuevo modelo de seguridad y de coexistencia deben basarse en dos pilares:
Confianza, como nuevo paradigma de seguridad; y participación ciudadana, de vital importancia para la gestión de la seguridad. La herramienta de mediación policial discutida en este artículo logra un mejor empoderamiento ciudadano y mejora el compromiso de la comunidad.
Debemos avanzar sin miedo hacia este cambio de paradigma y a una verdadera “metamorfosis policial”, es decir, hacia una transformación de la estructura y función policial. Se está formando un nuevo modelo que busca agregar procedimientos proactivos a las estrategias policiales tradicionales; una mezcla del sistema de los principios de la policía comunitaria, que enfatiza las relaciones de trabajo eficientes entre la comunidad y la policía a través de la colaboración mutua, y una fuerza policial destinada a resolver problemas.
El encierro significó un aumento considerable del tiempo que las personas han tenido que pasar juntas, y vio un crecimiento exponencial de los conflictos, en el hogar y en los vecindarios y comunidades. En resumen, la crisis del coronavirus está teniendo un gran impacto en el panorama social, debido al incremento de ciertos tipos de conflictos. No solo han continuado los conflictos regulares, sino que ciertamente otros tipos de conflictos de vecindad y convivencia – han aumentado claramente. Las estadísticas policiales respaldan esto.
Una investigación realizada por el Departamento de Estudios y Prospectiva Policial, que analizó los conflictos de convivencia durante el encierro en España, arrojó un aumento del 82,62 por ciento en el número de conflictos vecinales, que pasó de 673 a 1.229 desde el inicio del estado de alarma (estado de emergencia).
Los servicios institucionales actuales, incluidos los servicios policiales, no siempre responden a las necesidades de los ciudadanos. Por un lado, el sistema está saturado y la demanda de servicios ha aumentado. Por otro lado, hemos visto un aumento de los niveles de demanda en la prestación de dichos servicios. Debido a la crisis del Covid-19, los mecanismos existentes no tienen el alcance adecuado para gestionar y resolver determinados tipos de demanda.
Recurriendo a los juzgados para resolver conflictos de convivencia no parece la ruta más adecuada,
particularmente en términos de búsqueda de resolución efectiva dentro de un período de tiempo razonable. Es aquí donde la mediación en general, y la mediación policial en particular, han demostrado ser un instrumento eficaz de resolución.
Servicio gratuito
El servicio de mediación policial introdujo un servicio gratuito de mediación en línea para los conflictos vecinales durante la emergencia sanitaria. Paralelamente, se elaboró una guía para establecer una convivencia vecinal saludable durante el encierro. El lema, difundido a través de las redes sociales y la prensa, fue: “Recuerda que el mejor síntoma de la buena salud es la buena convivencia”. Asimismo, se implementó un nuevo protocolo de mediación policial más eficiente, basado en la promoción y uso de medios electrónicos.
En España, un policía también puede ser un mediador profesional. En el mismo sentido, de acuerdo con la Ley 17/2017, de 13 de diciembre, de coordinación de las fuerzas policiales locales de la Comunidad Valenciana (España) en el artículo 30, apartado 2, se enuncia una finalidad de la Policía Local como: “Colaborar con los servicios sociales y con los agentes sociales en el marco de protocolos o convenios suscritos por los municipios, especialmente en los ámbitos preventivo, mediador y asistencial”. Este propósito se desarrolla más adelante en el artículo 33, que establece las funciones de la Policía Local, punto 2.e: “Intervenir en la gestión de los conflictos ciudadanos en el marco de la mediación policial cuando sean requeridos por los ciudadanos, colaborando de forma proactiva en la transformación de estos conflictos”.
Gracias a la herramienta de mediación policial, los ciudadanos pueden de forma rápida y fácilmente resolver estos conflictos, contactando a un mediador policial profesional, que está registrado en el Ministerio de Justicia, para ayudarlos a resolver sus problemas. El servicio de Mediación Policial de la Policía Local de Valencia (España) fue seleccionado como Mejor Buena Práctica Policial en España en 2017 por Unijepol y recibió el Premio Nacional de Mediación (España) en 2020.
Fuentes
■ Berlanga-Sánchez A (2017): La Mediación Policial – Metamorfosis Policial, cambio de paradigma, www.universidadviu.es;
■ Berlanga-Sánchez A (2018): ¿Quo vadis mediación policial? Retos, desafíos y oportunidades, en Convivencia ciudadana: mediación, conciliación y técnicas de prevención y resolución del conflicto ciudadano, Lloria García, P (Dir), Iustel;
■ Pardo-Iranzo V (octubre de 2020): Tratamiento del Acuerdo de mediación extranjero. Especial referencia al Acuerdo de mediación en la Unión Europea, Revista General de Derecho Europeao núm. 52;
■ (25 de mayo de 2020): Guía de convivencia vecinal Covid-19 en español e inglés, Las Provincias, www.lasprovincias.es.
Autores
ANTONIO BERLANGA-SÁNCHEZ – Inspector de Policía, Policía Local de Valencia, España
VIRGINIA PARDO-IRANZO – Profesora de Derecho Procesal en la Universidad de Valencia, España
Oferta Formativa
Máster en Gestión Integral de Conflictos: Mediación, Seguridad y Convivencia
El Máster Universitario en Gestión Integral de Conflictos, destaca por su enfoque pedagógico teórico -práctico, que lo hace único, ya que abarca todos los ámbitos de la gestión de conflictos de una forma transversal, totalmente novedosa y pionera en la materia. Se trata de unos estudios abiertos a todas las especialidades, profesionales y titulaciones que trabajan en este campo.
Más información en nuestra página: https://www.iniseg.es/criminologia/masteres-oficiales/master-en-gestion-de-conflictos.html
Diplomado en Mediación Integral de Conflctos
El Programa Académico en Mediación Integral de Conflictos, cuenta con un enfoque transversal e integral. Este enfoque lo hace único dado que abarca todos los ámbitos, de una forma totalmente novedosa y pionera en la materia. El programa destaca por su enfoque pedagógico teórico-práctico, cuenta con horas de formación práctica que aseguran que al terminar los alumnos/as pueden registrarse en el Registro Oficial de Mediadores del Ministerio de Justicia.
Más información en nuestra página: https://www.iniseg.es/criminologia/cursos-iniciales/diplomado-en-mediacion-integral-de-conflictos.html