La crisis humanitaria de Burkina Faso se encuentra desbordada y requiere intervención de la comunidad internacional, no solo en el ámbito alimentario y sanitario, sino que sobre todo, en el de seguridad donde, con la creación de milicias civiles para apoyar al gobierno, salta a la vista la incapacidad del mismo para mantener grados de seguridad mínimos.
Muerte de periodistas españoles
Burkina Faso está haciendo noticia por trágicos hechos los últimos meses. El terrorismo que ha ido en aumento en el país desde el año 2015, ha recrudecido desde el 2019 en adelante y particularmente los últimos meses. Sin ir más lejos, comenzando esta semana, El País informaba sobre 30 civiles asesinados durante la madrugada del lunes en un pueblo de la provincia este de Komondjari. El gobierno de Burkina Faso apunta a presuntos grupos terroristas como los autores de estos hechos.
En una zona cercana, en la provincia de Kompienga, también al este del país, el pasado 26 de abril, David Beriain y Roberto Fraile, dos periodistas españoles, fueron emboscados, secuestrados y asesinados junto a un conservacionista ambiental de nacionalidad irlandesa mientras documentaban situaciones de caza furtiva en el sector. ¿Los autores? Al igual que en el último caso, las sospechas del gobierno se centraron en los mismos grupos terroristas.
Después de estos hechos, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España desaconsejó encarecidamente a sus ciudadanos viajar a este país, que actualmente se encuentra atravesando por serios niveles de inseguridad alimentaria y amenazas de grupos armados. La pandemia del Covid-19, además, se ha sumado a estos problemas agudizando la situación general.
En efecto, según el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Burkina Faso se encuentra en situación de crisis humanitaria marcada por más de un millón de desplazados internos. De ellos, un 60% corresponde a niños.
Pero, ¿cómo ha llegado Burkina Faso a esta situación extremadamente dramática? ¿Cuáles son las perspectivas que se proyectan para el país?
Caracterizando a Burkina Faso
Ubicado en el centro occidental de África, en la denominada región del Sahel, Burkina Faso es un Estado-Nación relativamente joven. Antigua colonia francesa, logra su independencia en 1960 bajo el nombre de República de Alto Volta. Luego, en 1984, después de décadas de dificultades para la consolidación de una democracia plena debido a la corrupción, llega al poder, por medio de un golpe de Estado, el líder militar y revolucionario Thomas Sankara. En 1984, como parte de su programa de transformaciones políticas, sociales y económicas -reconocidas a nivel nacional e internacional-, Sankara bautiza al país como Burkina Faso que significa “Hombres Íntegros”.
En 1987, el también militar y amigo de Sankara, Blaise Compaoré, derroca al gobierno con un nuevo golpe de Estado en el que Sankara es asesinado.
Compaoré se aferró al poder hasta el año 2014, fecha en la que fue derrocado también por un golpe de Estado. En sus casi tres décadas de gobierno se caracterizó por implementar una serie de contrarreformas que borraron las transformaciones del gobierno de Sankara, así como por reprimir duramente a la oposición política. Sin embargo, se le adjudica haber mantenido ostensibles grados de gobernabilidad y, sobre todo, haber logrado mantener a raya a los grupos terroristas. Por lo mismo existe la difundida opinión de que Compaoré sostenía alguna especie de acuerdo con las bandas armadas que actualmente azotan al país.
Como sea, lo cierto es que desde 2015 hasta la fecha se registra una notoria escalada de violencia armada en el país. Cifras de Human Rights Watch registran 12 atentados en 2016; 29 en 2017 y 137 en 2018. La ONU, en tanto, indica que de 2016 a 2019 la cantidad de víctimas de estos atentados subió exponencialmente de 80 a 1.800 por año.
El presidente Kaboré, en el gobierno desde el 29 de diciembre de 2015, se ha mostrado claramente superado por el aumento del terrorismo, esto al punto que ha comenzado a recurrir a grupos de civiles denominados “Voluntarios de Defensa de la Patria” para resistir a los embates de las bandas armadas, sobre todo en las zonas rurales. Por ejemplo, el pueblo que fue atacado la madrugada de este lunes con un saldo de 30 víctimas habría tenido entre sus habitantes a varios de estos paramilitares voluntarios; razón que los habría convertido en objetivos de los terroristas.
Terrorismo yihadista
África occidental se ha convertido en un nuevo teatro de operaciones para el terrorismo yihadista. La seguridad de las fronteras de Burkina Faso es sumamente frágil, lo que lo hace permeable a un constante ingreso de grupos terroristas desde países vecinos como Mali y Níger. De hecho, los primeros atentados del 2016 comienzan a sucederse al norte de Burkina Faso, precisamente en la frontera con dichos países. Actualmente, sin embargo, la violencia terrorista se ha expandido a todo el país -penetrando sobre todo en las zonas rurales.
Un factor importante en la expansión de estos grupos es que, siendo Burkina Faso un país empobrecido, con alta cantidad de población rural que se siente olvidada por el gobierno y donde la principal religión es la musulmana -más del 60% de la población-, los yihadistas cuentan con una verdadera cantera de reclutamiento.
Entre los grupos terroristas con actividad en Burkina Faso podemos encontrar a la Coalición Yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM). Esta coalición integra a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Al Murabitún. También bajo su coordinación, en alguna medida, encontramos al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS).
Aparece, no obstante, un grupo eminentemente local: Ansarul Islam. Este contaría, además, con un componente étnico de la comunidad Peul -también conocida como Fulani. Esto introduce grados de conflictividad interétnicas a las tensiones ya existentes en el país.
Conclusión
La crisis humanitaria de Burkina Faso se encuentra desbordada y requiere intervención de la comunidad internacional no solo en el ámbito alimentario y sanitario, sino que con especial urgencia en el de seguridad donde, con la creación de milicias civiles para apoyar al gobierno, salta a la vista la incapacidad del mismo para mantener grados de seguridad mínimos bajo su administración. La enorme cantidad de organizaciones terroristas operando en el territorio con total libertad, puede ser el preámbulo de una nueva crisis para el país, esta vez de gobernabilidad.
Actualmente, pese a esta crisis multidimensional, no hay misiones de las Naciones Unidas en el país.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://elpais.com/elpais/2021/04/30/album/1619776495_675456.html#foto_gal_9
https://observatorioterrorismo.com/analisis/actividad-yihadista-en-el-magreb-y-el-sahel-enero-2021/
https://ecfr.eu/special/sahel_mapping/ansarul_islam
https://eacnur.org/blog/violencia-refugiados-en-burkina-faso-tc_alt45664n_o_pstn_o_pst/
http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2017/DIEEEO96-2017_Burkina-Faso_MariaRodriguez.pdf
Acerca del Autor
ANDRÉS FONSECA LÓPEZ
Licenciado en Filosofía, Máster en Psicología, Posgrado en Trabajo Social, Diplomado en Políticas Sociales, Pobreza y Territorio, Diplomado en Derechos Humanos de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad.
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