Cada vez es mayor el número de compras que se hacen a través de Internet y también lo es el de personas que realizan estas transacciones. El comercio electrónico generó en 2015 un volumen de negocio de 20.000 millones de euros, lo que supuso un 20% más que en 2014. Sin embargo, hay muchas personas que todavía recelan de comprar a través de la web por miedo a intromisiones en su seguridad. Para evitar esto, han nacido las tarjetas virtuales.
Las tarjetas virtuales son un modo de pago exclusivo para las compras hechas a través de Internet y existen dos modalidades de las mismas: tarjetas prepago y tarjetas de un solo uso. Ambas son una variante de las tarjetas bancarias tradicionales, pero con un plus: evitar las transacciones fraudulentas, los robos de identidad o la filtración de datos personales.
De este modo, hacer reservas de hotel, comprar billetes de avión o tren, moda y calzado –las transacciones más solicitadas por los usuarios del comercio electrónico en España– ya no causará la desconfianza de los compradores al no tener que introducir sus datos bancarios en un sitio web.
En el caso de las tarjetas prepago, su contratación es la misma que la de una tarjeta tradicional y el usuario puede recargar desde su cuenta bancaria el importe aproximado de la compra que quiere realizar (un saldo máximo de 3.000 €). Así, el cliente recibirá el número de la tarjeta, el código de seguridad y la fecha de caducidad de la misma. Una vez hecha la compra, la tarjeta prepago se queda con saldo cero o próximo a esa cantidad hasta que su usuario vuelva a recargarla. Además, con este medio también se puede sacar dinero y realizar reintegros en los cajeros.
Por su parte, la activación de las tarjetas de un solo uso es sencilla. Simplemente hay que descargar la aplicación para móvil o bien utilizar la banca electrónica de la entidad correspondiente e introducir los datos de una tarjeta bancaria tradicional, sin necesidad de contratar ningún servicio adicional. Esta modalidad es muy útil cuando se quiere realizar un pago concreto ya que, una vez hecho este, la tarjeta ‘muere’. Aun así, este tipo de tarjeta tiene un período de validez de dos meses.
Las tarjetas virtuales, tanto las prepago como las de un solo uso, son muy sencillas de usar y permiten a sus usuarios controlar los gastos que realizan, además del ya mencionado plus de seguridad que otorgan a los datos personales y financieros de los internautas, ya que son independientes del resto de tarjetas o cuentas bancarias de su titular. Además, no tienen un soporte físico.
Las mejores tarjetas virtuales para 2016
La web Rankia ha elaborado un listado de las mejores tarjetas virtuales para este año, en el que incluye, entre otras, las siguientes:
- Tarjeta virtual del Banco Santander: es una tarjeta e-cash para las compras por Internet, recargable en los cajeros automáticos 4B y también de forma online. Su saldo mínimo es de 6 € y el máximo, 1.650 €. No tiene comisiones ni cuotas de emisión o renovación si con ella se hacen, al menos, tres compras.
- Tarjeta virtual de Bankia: No tiene comisiones. Se puede recargar tanto a través de Internet como en cajeros automáticos. Su saldo máximo es de 1.500 € y ofrece la función de pago seguro.
- Tarjeta virtual de BBVA: No tiene comisiones ni cuotas de ningún tipo. Se puede recargar en los cajeros automáticos, en las oficinas de BBVA, a través de Internet y de atención al cliente. Tiene dos modalidades: Tarjeta BBVA identificada, con un saldo de entre 6 € y 600 €, y tarjeta BBVA anónima, con un saldo de entre 300 € y 600 €.
- Tarjeta virtual de La Caixa: Es una tarjeta de prepago Mastercard, recargable en los cajeros de La Caixa o Línea Abierta. No tiene comisiones de emisión ni mantenimiento, pero sí una comisión por carga del 1%.
- Tarjeta virtual de Cajamar: Es una tarjeta de comercio electrónico para realizar pagos tanto a través de Internet como por teléfono. Es recargable a través de la oficina virtual de la entidad, con lo que es necesario ser cliente del servicio de Banca Electrónica de Cajamar. No tiene comisiones.
- Tarjeta virtual de Evo Banco: No tiene comisiones. Para utilizarla hay que indicar la tarjeta bancaria, la moneda, la validez y el importe del que se quiere disponer. Es posible tener tantas tarjetas como el cliente desee.
Las tarjetas virtuales son una nueva forma de pago seguro a través de Internet que, probablemente, ayudará a aquellos celosos de sus datos personales y su privacidad a lanzarse al mundo de las compras online. Una forma fácil y segura de utilizar el cómodo y rápido comercio electrónico.
*Aucal Business School oferta el máster en Dirección y Gestión de la Ciberseguridad, en colaboración con la universidad Antonio de Nebrija. El máster permite al alumno adquirir los conocimientos necesarios para definir estrategias de ciberseguridad, tiene una carga lectiva de 60 ECTS y se imparte en modalidad online.
¿Conocías la existencia y el funcionamiento de las tarjetas virtuales?
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