La tecnología avanza muy de prisa, tanto así que la Inteligencia Artificial ya está en boca de todos y el Reconocimiento Facial en la mira de muchos. Se cuestiona su uso debido a la polémica de siempre: la privacidad.
Tecnología de Reconocimiento Facial
El sistema de reconocimiento facial es una aplicación dirigida por un ordenador que identifica automáticamente a una persona en una imagen digital. Esto es posible mediante un análisis de las características faciales del sujeto extraídas de la imagen o de un fotograma clave de una fuente de vídeo, y comparándolas con una base de datos. (descripción Wikipedia).
Un alumno de nuestro Instituto, Miguel Leopoldo García Peña, escribió acerca de este tema, el cual trataremos a continuación. Su destacado trabajo lleva por nombre: Tecnología de Reconocimiento Facial: el futuro ha llegado, y queremos analizar paso a paso qué tendencias hay con este controversial tema.
Esta tecnología consiste en reconocer “caras” o “rostros”, y “trabaja sobre una imagen dada inicialmente, cara desconocida y trata de reconocer esa misma cara en una base de datos, imágenes conocidas o de entrenamiento, siendo el mayor reto conseguirlo en tiempo real”. (señala Miguel García).
Con esta tecnología de reconocimiento facial, se puede identificar automáticamente caras, tanto en imágenes como en videos, aplicando sofisticados procesos matemáticos y algoritmos de coincidencia.
Utilización del sistema de Reconocimiento Facial por la INTERPOL
Los organismos policiales, utilizan este sistema para identificar a personas de interés para una investigación. En Interpol utilizan el reconocimiento facial, almacenando en su sistema las imágenes faciales enviadas por más de 160 países, lo que la convierte en una base da datos policiales única, a nivel mundial.
“Combinado con un software automatizado de identificación biométrica, este sistema es capaz de identificar a una persona o de comprobar su identidad mediante la comparación y el análisis de los modelos, formas y proporciones de sus rasgos y contornos faciales”. (INTERPOL)
Interpol ha logrado identificar, desde finales del año 2016, cuando implementaron el sistema de reconocimiento facial, a 650 delincuentes, prófugos, personas de interés para una investigación o desaparecidos.
En el sistema de reconocimiento facial hay que tener en cuenta distintos factores, no así con las huellas dactilares y el ADN, que son inalterables de por vida. Hay que considerar lo siguiente en este sistema de rostros, (según Interpol):
- Envejecimiento
- Cirugía plástica
- Cosméticos
- Efectos del consumo excesivo de drogas o tabaco
- Pose de la persona
Es muy importante la buena calidad de la imagen, las de calidad media o baja es muy probable que el sistema no las pueda procesar, incluso puede influir en la precisión de la búsqueda como en los propios resultados.
Uso y privacidad del sistema de Reconocimiento Facial
El reconocimiento facial hoy en día se está utilizando cada vez más, en todo el mundo, para desbloquear móviles, sacar dinero en cajeros, pagar en establecimientos, realizar controles en aeropuertos o identificar a sospechosos en eventos multitudinarios, como en estadios o conciertos.
Pero, ¿está en juego la privacidad?
Según algunas opiniones se estaría violando la privacidad con este sistema de reconocimiento facial.
¿Cuándo y cómo se debe utilizar?
Gobiernos de todo el mundo ya se han planteado esta pregunta, incluso en muchas ciudades norteamericanas ya se ha prohibido su uso en sectores públicos.
Luis Baumela, ingeniero informático y profesor del departamento de inteligencia artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, señala lo siguiente: “La tecnología de reconocimiento facial no es ni buena ni mala, es una herramienta. La cuestión está en el uso que hagas de esa herramienta”.
Analizando el tema de la privacidad, usar el reconocimiento facial para desbloquear el móvil, no sería un problema ético. ¿Dónde está el problema?, “cuando esa información tuya, en vez de quedarse localmente en tu teléfono, se lleva a un servidor central y se combina con muchos otros datos tuyos y rastros que vas dejando en la web” agrega Luis Baumela, “con esa información combinada se puede saber casi todo de ti” afirma.
Más aún todavía, si esa información se combina con el sistema de reconocimiento facial de cámaras dispuestas en las ciudades, en los comercios, en el banco o en el metro, eso sería una invasión a nuestra privacidad.
Según Samuel Parra, socio de 451.legal y especialista en protección de datos personales, derecho tecnológico y ciberseguridad. “Hay un montón de información que se puede sacar a partir del rostro: Si una cámara te graba saliendo de una iglesia católica, se presupone que tendrás una creencia religiosa relacionada con esa iglesia, y si sales de un partido de fútbol, ya sabemos de qué equipo puedes ser, cómo vas vestido, si vas o no maquillada, si tienes algún tipo de enfermedad visible en la cara...”.
La tecnología es una herramienta muy útil en muchos ámbitos, sólo hace falta que sea regulada por las entidades autorizadas.
También tiene su lado positivo y sus múltiples usos, como por ejemplo: sector de la construcción, colegios, centros de formación, empresas, hospitales, clínicas, centros de salud, farmacias, laboratorios, hostelería, entretenimiento, comercio, marketing, seguridad laboral, seguridad en eventos masivos, etc. (señala Miguel García)
La Comisión Europea (CE) lleva tiempo tratando de regular el uso del reconocimiento facial en lugares públicos, porque ahí estaría el problema de la privacidad. “Esto les va a llevar varios años, lo que se cree es que no tardará en recomendar una legislación específica para los sectores de alto riesgo”. (señala Miguel García)
Lo que sí, la “Comisión Europea apoya el desarrollo de la Inteligencia Artificial en Europa, ya que lo considera esencial para el desarrollo económico y para mantener el liderazgo tecnológico de la Unión Europea en el mundo”. (señala Miguel García).
Todo tiene su lado positivo y su lado negativo, pero la tecnología está y estará siempre a nuestro servicio y nos facilita la vida en muchos aspectos. Hay que saber aprovechar el avance tecnológico, pero siempre regulado por las autoridades pertinentes.
Sobre Miguel Leopoldo García Peña
Actualmente estudiante de doctorado sobre radicalización violenta en INISEG, Máster Oficial en Gestión de Seguridad, Crisis y Emergencias; Máster Oficial en Geoestrategia Internacional y Terrorismo Yihadista; Grado de Criminología por la Universidad de Salamanca; Experto Universitario en Criminalidad y Seguridad Pública; Experto Universitario en Criminología; Director de Seguridad y Jefe de Seguridad con especialización en Infraestructuras Críticas y Estratégicas; Especialista Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista; Insurgencias y Movimientos Radicales; Especialista Universitario en Historia Militar; Experto Universitario en Crimen Organizado Transnacional y Seguridad. Guardia Civil durante unos años y, desde 1997, Policía Local destinado en la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Málaga (ESPAM).
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.interpol.int/es/Como-trabajamos/Policia-cientifica/Reconocimiento-facial
https://elpais.com/tecnologia/2019/05/21/actualidad/1558455279_966010.html
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