FaceApp es la aplicación de moda que permite envejecer o rejuvenecer el rostro: un uso aparentemente inocente que plantea serias cuestiones sobre la privacidad de datos: se trata de un programa ruso que cede los derechos y uso de la imagen a terceros, lo que supone una pérdida del control de la imagen.
¿Dónde están los límites de los derechos que cedemos a las aplicaciones? ¿Somos realmente conscientes de las consecuencias a la hora de aceptar los términos y condiciones?
Faceapp un ejemplo sobre los límites difusos en el uso de nuestros datos
Faceapp, es una aplicación desarrollada por la compañía rusa Wireless Lab, cuenta con más de 150 millones de descargas en todo el mundo. Utiliza inteligencia artificial para envejecer o rejuvenecer la fotografía que elija el usuario. De esta manera, se puede utilizar de manera lúdica la inteligencia artificial, para parodiar una fotografía y saciar la curiosidad de cómo será nuestro rostro en unos años.
Este acto tan inocente como descargar una aplicación y jugar con las imágenes, puede desencadenar consecuencias aún desconocidas.
Unas consecuencias que provienen de la cesión de los datos, así como el límite normativo al tener las aplicaciones un servidor fuera de las fronteras de la UE.
Los riesgos al descargar apps
FaceApp es solo un ejemplo de lo que venimos contando.
Ahora bien, los riesgos residen en los términos y condiciones, los cuales se aceptan –sin conciencia- a la hora de descargar cualquier aplicación.
En este sentido, puedes estar firmando la cesión de tus datos a terceros, con la posible pérdida sobre los derechos de tu imagen.
Servidores fuera de la Unión Europea
Es una realidad. Las aplicaciones forman parte de la vida diaria, y se pueden usar sin mayor peligro.
Sin embargo, en el caso de FaceApp, su servidor se encuentra en Rusia, lo que significa que la protección de datos no se encuentra al mismo nivel que en la Unión Europea.
Por otro lado, su política de privacidad deja muchos cabos sueltos y es lo suficientemente vaga como para plantearse si realmente esta aplicación tiene fines tan lúdicos e inocentes como parece a primera vista.
-A la hora de instalar la aplicación, los usuarios aceptan la cesión de los datos a terceros. Sin embargo, no se especifica el tipo de uso que las compañías hacen con esta información… ¿Sabemos exactamente qué sucede con las fotografías una vez son transformadas y devueltas al usuario?
Una situación preocupante
La cesión de los datos a una entidad fuera de la Unión Europea plantea una situación preocupante.
Así, tal y como plantea al diario EL PAÍS Borja Adsuara, abogado experto en comunicación digital: ” La acusación debe centrarse en las tiendas digitales por no adoptar medidas de forma cautelar. Las medidas de protección para el usuario semejantes a las existentes en la alimentación”.
Las condiciones y el uso de este tipo de aplicaciones, plantean ciertos límites y riesgos. Sin embargo, es extensible a todo lo que se sube a la nube: es necesario ser consciente de que, una vez que se sube a Internet, se pierde el control sobre la información.
¿Qué dicen los creadores?
Yaroslav Goncharov, creador de FaceApp, confirmó al diario El País” No vendemos ni compartimos datos con terceros”. Una afirmación que contradice sus términos donde el usuario acepta la cesión de sus datos a terceros.
En cuanto al uso de la aplicación, únicamente se sube a la nube la foto seleccionada para la edición.
-Los creadores de la aplicación se encuentran desbordados ante la demanda para eliminar las fotos subidas a los servidores. Ellos plantean que esto se trata de una prioridad.
Este BOOM social nos da una lección de vida: Como usuario, hay que leer la letra pequeña de cada aplicación que nos descargamos en nuestro smartphone.
Reforzar la seguridad digital
Poco a poco comienzan a surgir debates y contingencias que plantean ciertas brechas en el mundo digital, y las posibles consecuencias en la vida real. Unas brechas que necesitan la pericia, experiencia y conocimiento de nuevos expertos mutlidisciplinares: desde hackers éticos, juristas expertos en seguridad digital…
Tanto organizaciones gubernamentales como empresas buscan suplir la alta demanda sin resolver de expertos en ciberseguridad: más de 3 millones de empleos en ciberseguridad en el mundo se encuentran vacantes.
Unos datos que se desprenden del informe de 2018 Cibersecurity Workforce Study, la asociación internacional que agrupa a estos expertos.
INISEG, consciente de esta necesidad, ha decidido ofrecer una formación que cubra las lagunas del área para incrementar las herramientas técnicas y promover profesionales preparados para la realidad del sector.
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Fuentes utilizadas en este artículo
https://elpais.com/tecnologia/2019/07/17/actualidad/1563358803_598879.html