No sólo se está vulnerando nuestra privacidad a través de internet, también somos objeto de espionaje a través de aplicaciones, ¿hemos pecado de ingenuos? o ¿no hemos tomado en serio el peligro que existe en internet? Como ya es sabido, todo lo que hacemos en internet queda en internet, y para siempre.
¿Somos espiados a través de las aplicaciones?
Las aplicaciones tecnológicas de reconocimiento facial empiezan a estar en nuestro día a día. Funcionan como una especia de DNI digital cuyo objetivo, según los Gobiernos, es mejorar la seguridad y vigilancia ciudadana, pero este sistema deja un vacío legal en cuento a la privacidad de datos y suplantación de identidades ¿Están nuestros datos realmente protegidos?.
Por ejemplo, el uso de estas app en espacios de mucha gente como eventos o el control de pasaportes en aeropuertos, ayudan a identificar a la persona en un instante y conocer si estamos ante un posible terrorista u otro tipo de delincuente.
Existen algunas aplicaciones que realmente son verdaderos espías, más aún aquellas que usan el reconocimiento facial. Entre ellas tenemos las redes sociales, Facebook y Twitter, por nombrar algunas. Esto nos hace pensar que existe el espionaje a través de aplicaciones.
Desde que llegó internet a nuestras vidas, hemos dejado todos nuestros datos en la web, nuestra vida se prolongó a las redes sociales y a toda página que nos pide nuestros datos para acceder.
Realmente, en un principio, no vimos el peligro de navegar en internet y de instalar aplicaciones de redes sociales y de juegos, como todo era novedoso, no vimos la maldad intrínseca del ser humano.
A medida que avanza la tecnología cibernética, las posibilidades de uso son infinitas, tanto positivas como negativas. Es muy útil, rápida y entretenida. Pero cuando se hace uso de los datos personales de los usuarios, sin autorización, como es el caso de las redes sociales, ya estamos hablando de violar la privacidad y de espionaje cibernético.
El problema real no está en nosotros los usuarios al entregar nuestros datos, el problema es ¿cómo y quién usa nuestros datos? Personas inescrupulosas existen en todas partes, porque dónde existe la oportunidad de generar ingresos no existen los principios y valores, que deberían estar impregnados en toda persona.
¿Qué es el sistema de reconocimiento facial?
“Las aplicaciones de los sistemas de reconocimiento facial son infinitos, pero la invasión a la privacidad empieza a ser un arma de doble filo”. Según el portal abc.es
Esto se refiere justamente a las aplicaciones que usan el reconocimiento facial, el boom en este momento.
La tecnología de reconocimiento facial, es un sistema de identificación biométrico que nació en el año 2002, tras los atentados de las Torres Gemelas, cuyo objetivo era desarrollar una tecnología que fuera capaz de identificar a terroristas y otros delincuentes. En ese entonces no pudo ser empleada por que su margen de error era del 50%.
Como era lógico, ésta tecnología ha ido evolucionando y desde hace años que se utiliza en diferentes ámbitos públicos y privados, con un acierto cercano al 90%.
Con la aparición del iPhone X, en el año 2017, ésta tecnología se popularizó y abrió las puertas a la aplicación de ésta en otros ámbitos.
Uno de estos ámbitos es el de la seguridad ciudadana. Con esta tecnología incorporada a la vida cotidiana del usuario, ha sido más fácil aceptar usar su rostro como identificador.
Antes del FaceID, ya existían otros sistemas de identificación biométricos, precursores del reconocimiento facial, como la identificación a través de las huellas dactilares, el iris o la voz.
El uso que se le puede dar al sistema de reconocimiento facial es muy amplio, va más allá del smartphone, tiene un tremendo potencial en la seguridad ciudadana, la autenticación en aplicaciones financieras, en sistemas sanitarios, en el control de acceso a eventos, en la búsqueda de personas y mascotas perdidas, en el ámbito del ocio, en la publicidad dirigida, en la autenticación en comercios o en la seguridad en aeropuertos.
Algunos países como China, Alemania, Canadá y Reino Unido, han sustituido el control de pasaporte en aeropuertos por el reconocimiento facial. Y en EE.UU esta tecnología ya está a la orden del día.
En el mundo globalizado, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, el sistema de reconocimiento facial, además de ser una ventaja, despierta cierta inquietud en cuánto a la privacidad y a la posible suplantación de identidades. Como también a un posible espionaje a través de aplicaciones de parte de los Estados.
Con la evolución de esta tecnología que es inminente y su aplicación masiva, las regulaciones deberán hacer frente a nuevos desafíos, como el uso que hagan los gobiernos de esta tecnología, con el respaldo de la seguridad nacional y que confronta con la privacidad y la libertad de expresión de la ciudadanía.
Algunos sistemas de reconocimiento facial
- Amazon Rekognition: esta API (Interfaz de Programación de Aplicaciones) está especialmente pensada para ser utilizada por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de los Estados, ya que “puede detectar, analizar y comparar rostros para una amplia variedad de casos de uso de verificación de usuarios, contabilización de personas y seguridad pública”.
- Kairos: este sistema de reconocimiento facial “detecta, identifica y verifica caras en videos, fotos y en el mundo real, utilizando la visión por computadora y el aprendizaje automático. Es capaz de medir las emociones y puede determinar la edad, el género y la etnia del rostro que reconoce”.
- Affectiva: “es un sistema de reconocimiento facial que se caracteriza por reconocer e identificar las emociones en los rostros. Es capaz de analizar emociones humanas complejas y estados cognitivos de la cara y la voz. Busca dar un paso más en esta tecnología para que sea capaz de reconocer no solo el rostro, sino la gran amplitud de emociones humanas que se muestran en él”.
- Microsoft Face API: “Microsoft Face API es una solución basada en la nube que ofrece avanzados algoritmos de información facial. Los algoritmos de Microsoft Face, tal y como informa la propia compañía, habilitan la detección de atributos faciales y el reconocimiento facial”.
- OpenCV FaceRecognizer: “OpenCV (Open Source Computer Vision) pone la tecnología de reconocimiento facial al alcance de todos a través de una biblioteca libre de visión artificial que permite a cualquier desarrollador implementarla. Este sistema lo inició la compañía Intel en 1999, pero en los últimos años ha incluido FaceRecognizer para el reconocimiento facial”.
La aplicación que usa el FBI para saber quién eres, robando tus fotos de internet
Se trata de un desconocido y misterioso software, cuya aplicación se llama Clearview, que permite identificar a cualquier persona a través de un sistema de reconocimiento facial y que emplea una base de datos alimentada de redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram. Esto es lo que se llama espionaje a través de aplicaciones, con todas sus letras, porque no es con nuestra autorización.
La aplicación Clearview, utiliza una base de datos con más de 3.000 millones de imágenes recopiladas de dichas redes sociales y muchas otras web. Ya ha sido comercializada, especialmente a Cuerpos de Policía y a algunas compañías para fines de seguridad.
Por lo mismo, Google ha evitado ofrecer esta tecnología de reconocimiento facial, por los enormes problemas de privacidad que presenta.
“El sistema permite subir la foto de un individuo y ver de inmediato imágenes públicas de esa persona junto a enlaces a los sitios web en los que aparecieron. Así, además de la identidad, el usuario puede tener acceso a menudo a la ocupación, el lugar de residencia o los conocidos de esa persona”. Según el portal abc.es
“El gigante asiático ha abrazado los sistemas de reconocimiento facial para desarrollar el mayor Gran Hermano del planeta. Sirven para controlar a la población, pero también para realizar pagos, casarse, o conseguir papel higiénico”. Según el portal elpáis.com
Finalmente podemos decir, que este sistema de reconocimiento facial, tiene sus pros y contras. Una de las principales ventajas sería el uso en la seguridad, sólo por policías. Y la mayor desventaja, radica en la pérdida total de la privacidad.
La tecnología facial se extiende a pesar de sus fallos y al miedo de ser vigilado. ¿Podemos evitar el espionaje a través de aplicaciones? o ¿ya es demasiado tarde?
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://retina.elpais.com/retina/2018/04/25/tendencias/1524640135_207540.html
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