El cibercrimen y el ciberespionaje son actividades delictivas dirigidas a un ordenador, una red informática o a un dispositivo en red y a personas o instituciones. En la actualidad, el riesgo de ser víctima de un cibercrimen es mayor, debido a la cantidad de personas conectadas y al avance de la tecnología utilizada por los cibercriminales. Generalmente el ciberespionaje se usa contra Gobiernos o personas influyentes.
Cibercrimen
La mayor parte de esta actividad la cometen cibercriminales o hackers que desean ganar dinero, ya sea personas u organizaciones. En algunos casos, el objetivo es dañar los ordenadores por motivos distintos de la obtención de dinero, ya sea por razones políticas o personales.
Entre los ciberdelincuentes hay hackers novatos y otros muy experimentados, que están organizados y utilizan técnicas avanzadas y cuentan con grandes habilidades.
La ciberdelincuencia existe desde que se crearon los ordenadores, pero nunca ha estado tan extendida como ahora, con millones de ataques informáticos y casi mil millones de víctimas de actividades de delincuencia cibernética cada año.
Todos podemos ser víctimas del cibercrimen, a menor o mayor escala, sobretodo al estar tantas personas conectadas virtualmente todo el tiempo, eso nos expone a un mayor riesgo.
La economía mundial pierde cada año miles de millones de dólares como resultado de la actividad cibercriminal.
Lamentablemente, es más difícil detectar a un cibercriminal que a un delincuente común y corriente, porque los cibercriminales actúan en el anonimato y en un espacio sin ley, incluso lo hacen desde la Dark Web, una red clandestina e ilegal en algunos aspectos o de redes propias exclusivas para el cibercrimen.
Ciberespionaje
El espionaje no es algo nuevo, pero desde un tiempo a esta parte se ha incluido en otro ámbito de espionaje: el ciberespionaje.
El ciberespionaje está afectando en las relaciones de los Estados en el aspecto político y económico, y está pasando a ser una forma de guerra moderna.
El ciberespionaje se ha convertido en un gran problema a nivel internacional en el mundo de hoy, al comprender esto, podemos entender el alcance que tiene la tecnología en su avance vertiginoso.
Es muy difícil detectar el ciberespionaje o al autor o autores de los cibercrímenes, ya que actúan en secreto, en un espacio difícil de controlar en su totalidad.
Incluso, es difícil definir el concepto de ciberespionaje, no existe un consenso único entre los países, por lo tanto, en muchas ocasiones cada país ha definido su propio concepto en base a cómo lo percibe.
Existen algunos factores que influyen en cómo se percibe el ciberespionaje, estos son:
- la extensión y la naturaleza del daño causado por el ataque,
- la identidad de los ataques y
- cómo se usa la información robada.
Como no se ha llegado a un consenso sobre la definición de ciberespionaje de parte de los países, se escribió el Manual de Tallin que intenta proporcionar definiciones, procedimientos y reglas que rigen las operaciones cibernéticas internacionales.
El Centro de Excelencia de la Ciberdefensa Cooperativa de la OTAN en Tallin, Estonia, publicó este Manual en el año 2013, definiendo el ciberespionaje como,“un acto emprendido clandestinamente o bajo falsas pretensiones que utiliza capacidades cibernéticas para recopilar (o intentar recopilar) información con la intención de comunicarla a la parte contraria” (ciberseguridad.com).
Una definición más simple y que es aceptada para los efectos del derecho internacional, es definir el ciberespionaje como “un objetivo específico de información secreta con fines maliciosos”.
Al menos, ésta definición es apropiada para las naciones que sufren ciberataques extranjeros, ya que son los obstáculos políticos y legales lo que dificulta que los estados nacionales se defiendan de los ciberataques y no los obstáculos técnicos.
Con este Manual de Tallin, los países pueden tomar importantes contramedidas en caso de la más mínima intrusión.
¿Qué países usan el ciberespionaje?
Muchos países en este momento están cometiendo ciberespionaje, pero los que son reconocidos como más avanzados y prolíficos son, Estados Unidos, China y Rusia.
Estos países han incorporado la guerra cibernética en su doctrina de guerra, por lo tanto, han destinado mayores recursos económicos y políticos para este objetivo a lo largo del tiempo.
Esta guerra cibernética de las grandes potencias, consiste en atacar los ordenadores de las víctimas y robar información relevante, para luego cobrar rescate o para atacar las infraestructuras críticas de los países. Muchas veces solo son amenazas y otras veces, realizan ataques como advertencia, para mantener el control del enemigo.
El ciberespacio no tiene dueño, al menos por ahora, pero la intención de las grandes potencias es conquistar también el ciberespacio y para ello no tienen límites.
La guerra cibernética es una guerra silenciosa y muy estratégica, y no se sabe cuándo empieza ni cuándo termina, ya que los especialistas cibernéticos en ciberespionaje y cibercrimen trabajan de manera encubierta y con las herramientas tecnológicas más avanzadas. Son expertos especializados en dichas actividades.
En este mundo globalizado y dependiente de la tecnología, y por ende de los ordenadores, se vuelve cada vez más arriesgado y peligroso el ciberespionaje a todo nivel, y las tendencias se enfocan en que está logrando ser más avanzado, efectivo y profesional.
Otra tendencia, es que el ciberespionaje se está convirtiendo en un medio de guerra aceptado e incluso preferido de los Estados nacionales.
El ciberespionaje utilizado como ciberguerra es muy efectivo en cuánto al daño masivo que puede causar, ya que un ataque a las infraestructuras críticas de un país puede ser muy nefasto y catastrófico, y se consigue con un solo click.
A medida que avanza la tecnología, avanza la delincuencia cibernética, siendo parte de esta vida moderna imposible de detener. El ciberespacio ofrece innumerables oportunidades, tanto positivas como negativas, y solo depende de la elección que hagamos de su uso, para hacer menor o menor daño. Pero también depende del poder de las grandes potencias.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://ciberseguridad.com/amenzas/ciberespionaje/
https://www.kaspersky.es/resource-center/threats/what-is-cybercrime
https://softwarelab.org/es/que-es-cibercrimen/
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