INISEG avanza para promover una Cultura de Inteligencia
El lanzamiento de la web oficial del College (Colegio Universitario Europeo de Inteligencia), ha abierto una puerta amplia a un espacio innovador en este sector y dedicado a profesionales que trabajan o ven un futuro en el área. Por ello, hemos querido conversar con el Director del College, José María Mata, para que nos explique su visión e importancia de este enorme proyecto para la sociedad.
En la imagen: El Teide. Tenerife, España. Una Montaña llena de sabiduria en la que me inspiré al iniciar esta entrevista
PREGUNTA. 1.
El Instituto Internacional de Estudios en Seguridad Global (INISEG) abre un nuevo espacio de reflexión y pone a disposición de la comunidad científica y de las diversas áreas de pensamiento su Colegio de Inteligencia. ¿A su juicio que puede ofrecer el College a la sociedad en este momento histórico?
El COLEGIO DE INTELIGENCIA nace con una vocación universal, aspira a ser una luminaria reconocible en el firmamento del conocimiento científico, y espera compartir sus ideas con el resto de los actores que plasman y difunden sus aportaciones, trabajos y creaciones intelectuales. La luz que irradiará este Colegio permitirá la definición de unos valores y principios transparentes con una finalidad precisa: la promoción de la persona en el centro de las consecuencias humanas, interpersonales, comunitarias, sociales, económicas y de promoción colectiva, para el desarrollo responsable de sistemas de convivencia pacífica y libre.
Convencido, como estoy, de que solo el pensamiento crítico nos hace libres y nos puede conducir a la verdad intelectual, su defensa no admite desfallecimientos. El beneficio es claro, impedirá el seguidísmo, en su acepción mas concreta y definido como “la acción de dejarse llevar por ideas y comportamientos ajenos”. Además, situar un nuevo espacio intelectual para promover el esfuerzo personal y el compromiso ético, para evitar el anquilosamiento dogmático, es irrenunciable, al tiempo que una garantía de éxito.
El “College” que propone INISEG se define, con humildad y confianza, como un espacio de encuentro y un lugar de debate, como un aula de formación y un centro de producción de soluciones y, en definitiva, como un foro para desterrar la ignorancia, superar obstáculos y facilitar una respuesta positiva a la puesta en marcha de proyectos personales, profesionales, de servicio, empresariales e industriales; tanto en el mundo privado, como en los ámbitos de las administraciones e instituciones públicas.
Hoy, en esos momentos históricos, donde la incertidumbre se ha apoderado del Planeta, con independencia de los sistemas de relación social y de organización, la llegada al universo científico de una nueva estrella con luz refractaria, como propone INISEG para el Colegio de Inteligencia, acrecienta su imagen, fortalece la credibilidad de sus bases y principios fundacionales, complementa ahora la aprehensión teórica de sus actividades formativas, con la oferta de aplicaciones prácticas para las ideas y proyectos, que requieren ayudas, apoyos y diseños ágiles para ser aplicados con calidad y certeza.
Sí. El Colegio de Inteligencia nace con una visión generosa: Ofrecer esperanza y eficaz ayuda multidisciplinar para definir e implementar ansias particulares y globales, para proponer soluciones seguras y para situarse a disposición de todos.
PREGUNTA. 2.
INISEG como centro de formación, instituto de estudio, colegio de inteligencia y como entidad de consultoría técnica, que ya aparece dibujada en “El College” ¿cual sería a su juicio el objetivo específico a conseguir con la puesta en marcha de este espacio de reflexión?
La promoción de la cultura de inteligencia es el mayor reto al que enfrenta y se apresura a alcanzar el nuevo Colegio de Inteligencia que crea INISEG. La obligación de un espacio que promueve la cultura de inteligencia, es encontrar la cabeza pensante para evitar o sortear las otras nueve cabezas que embisten, como diría don Antonio Machado. El Instituto Internacional de Estudios en Seguridad Global dispone de un capital formidable para hacer realidad un proyecto que nace con una pretensión sencilla, aportar mimbres sanos y moldeables al mundo de la inteligencia, al deseo de conocer y, en definitiva, devolver a la sociedad educativa, científica y emprendedora, el tesoro interior mas importante que acumula:
· La acreditada experiencia en formación
· La inestimable ayuda para el análisis y toma de decisiones
· La capacidad de asesoramiento técnico y tecnológico
La brillante implantación de INISEG en las tres áreas ahora definidas, se sostiene desde la realidad mas concreta; es decir, por su presencia destacada en el escenario nacional e internacional, esparciendo conocimiento y confianza en un alumnado, ávido por conocer y proyectarse con mayores fortalezas en sus particulares inquietudes y profesiones. Con esta esencial certeza, “El College” se proyecta de manera responsable en el escenario del conocimiento para constituirse en instrumento de apoyo a la cultura, y en una herramienta complementaria de discernimiento, acción y ampliación de contenidos.
Todos los alumnos que han participado en cursos anteriores y estos otros que han confiado y en la actualidad están cursando estudios y postgrados en el completo mapa de estudios que propone INISEG, en las materias de seguridad pública y seguridad privada, en ciberseguridad, en terrorismo y defensa, en criminalística y criminología, así como en la concreta área de inteligencia, se beneficiarán de un espacio para reflexionar y profundizar. Del mismo modo, el elenco de colaboradores que prestan su apoyo y su logo para promover la oferta educativa del Instituto, reciben un merecido reconocimiento y aparecen favorecedores de esta actividad de futuro, como es “El College” y que, a mi juicio, resulta necesaria su presencia en el escenario global.
Además, por su vocación global, se confrontará y competirá con otros grandes centros de pensamiento y de ciencia, por lo que opino sin reservas que resulta esencial contar y poner a disposición del nuevo Colegio de Inteligencia, toda la dimensión internacional de INISEG y, junto con las aportaciones de Italia, conceder el protagonismo que se merecen las Delegaciones en México, República Dominicana, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Argentina y otras en Países con los que ya se trabaja en acuerdos, y que abrirán sus puertas para agrandar los espacios de ciencia y libertad, tan necesarios para ayudar en la toma de decisiones en las áreas públicas e institucionales y en las privadas.
En la imagen: Portada de la nueva página oficial del Colegio de Inteligencia de INISEG
PREGUNTA. 3.
¿Qué puede aportar de manera específica el Colegio de Inteligencia que se ha diseñado en el escenario tan complejo del mundo actual?
Todas las potencialidades están abiertas y la propia historia de INISEG faculta y permite destacar las mejores expectativas en áreas de enorme interés y, en algunos casos vitales, para el devenir y el futuro de Estados y Corporaciones.
No es inteligente contemplar saltos en el vacío puesto que denotan falta de rigor científico y preceden aventuras incompatibles con la disciplina del buen investigador; al mismo tiempo, es valiente atreverse a recorrer nuevos enfoques sobre cuestiones y asuntos tan trascendentes como la identificación de las amenazas y desafíos que se contemplan en cada una de las Estrategias de Seguridad Nacional en los diferentes Estados. En el Supuesto de España, la actual ESN de 2017 que bien define los objetivos y líneas de acción a poner en marcha, frente a las amenazas resultantes, permitirá a todos los alumnos, colaboradores e investigadores que se acercan al “College” y en completa libertad, plasmar sus conocimientos científicos en cada uno de esos desafíos.
Con toda seguridad, El Colegio de Inteligencia de INISEG se compromete a divulgar sus aportaciones intelectuales y puntos de vista para hacer frente a las amenazas contra la defensa nacional y la lucha contra el terrorismo, a la lucha contra el crimen organizado y las políticas para la no proliferación de armas de destrucción de masas. Serán muy apreciadas las intervenciones y aportaciones que afectan a las áreas de la contrainteligencia y la ciberseguridad, reconocer la necesidad de adecuados programas para proteger la seguridad marítima y contemplar los mejores programas para diseñar modelos de seguridad del espacio aéreo y ultraterrestre.
Proponer la modernización de la seguridad física y la seguridad lógica para la protección de las infraestructuras críticas es una tarea que motivará a muchos jóvenes colaboradores, puesto que el futuro necesita de certezas y de seguridad, como serán las áreas que hacen necesaria la planificación y diseños de protección de la seguridad económica y financiera, del mismo modo que otros similares para la seguridad energética.
Adentrarse en el mundo del estudio de los fenómenos de la imprescindible ordenación de los flujos migratorios es un reto y una responsabilidad digna de las mentes más generosas; al igual que comprometerse en la protección frente a las emergencias y catástrofes, por no mencionar todas las áreas directas e indirectas que emergen ante epidemias y pandemías, como la actual del Covid-19, a la que sobreviviremos. Y, por último, en ese trabajo de investigación donde el Colegio de Inteligencia jugará un papel de primera importancia, será aquel de la protección del medio ambiente y la conservación del Planeta en las mejores condiciones para las generaciones futuras.
Todo proyecto que permita superar vulnerabilidades y definir concretas estratégicas de actuación, analizar ponderados estudios de perspectiva y discernir tendencias para cada una de las necesidades que afectan a la Seguridad Nacional, tendrá cabida con rapidez y en adecuados espacios de divulgación en “El College”.
PREGUNTA. 4.
¿La confianza en el conocimiento y en las aportaciones de los colaboradores que llegarán al Colegio de Inteligencia, permitirá a su juicio dar respuesta a una parte de las preguntas que se pueden realizar sobre las numerosas cuestiones abiertas en la actualidad en el mundo?
Es necesario realizar y aceptar preguntas con aristas y es obligatorio desgranar argumentos que promuevan la discusión intelectual, incluso el rechazo de una parte de los contenidos. Esa categoría mental se denomina valentía y procede de manera directa de la convicción intrínseca, interior y personal del que reflexiona, elabora y vierte un contenido en libertad.
La madurez de las sociedades se asienta en la necesidad de confiar y en el desafío de avanzar -un pié en la tierra, es la palanca que permite levantar el otro pié y…caminar- al ritmo que el cerebro ordena. De eso se trata, de caminar como sociedad y, ya se escribió, “se hace el camino al andar”.
Equilibrio y aventura, formación adquirida y curiosidad ansiada, son los mimbres con los que se construyen los avances más significativos y los que proyectan al futuro.
El nuevo foro de conocimiento y ciencia, estoy convencido que propondrá interesantes debates públicos sobre ciberseguridad y sobre la exponencial presencia del big data en nuestras vidas; reflexionará sobre los intolerables y contrastados supuestos de desinformación y la propaganda, peligros inminentes para las sociedades libres; contemplará debates sobre las formas de supervivencia ante la colonización de las nuevas tecnologías y la creación de nuevas dependencias físicas e intelectuales; considerará sin ataduras, la necesidad de analizar las noticias e informaciones que se vierten y nos llegan como tormentas de verano con el ánimo de buscar nuestras apetencias y el reconocimiento proactivo de nuestras necesidades en el internet de las cosas. La comunidad libre de individuos que se acerque al “College” recibirá sin filtros una información veraz y encontrará motivos para interactuar con otros que buscan, con el mismo método y acceso virtual, un pensamiento crítico y unas ideas que puedan a ayudar el desarrollo de sus propias convicciones.
Se podrá profundizar en las grandes temáticas que preocupan la convivencia pacífica entre las naciones. Se podrá poner en tela de juicio las iniciativas de Naciones Unidas y su proyección de futuro, las estrategias de los grandes actores internacionales y su necesario entendimiento en favor de la humanidad. Se diseccionarán los conflictos armados y las tensiones en escenarios regionales que están en la mente de todos.
Aparecerán por parte de los frecuentadores del “College” quizás nuevos enfoques para afrontar viejos conflictos. Se podrá debatir si nos encontramos en un momento histórico de desconfianza generalizada, o quizás de la intolerable injerencia de los potentes en asuntos internos de las sociedades estatales. Se abrirán debates para reivindicar la libertad en el ciberespacio, lo mismo que en los estrechos y rutas marítimas y también en las rutas aéreas. En definitiva, se articularán buenas reflexiones ante mil problemas y la curiosidad intelectual promoverá un canto virtuoso a la cultura de inteligencia.
En la imagen: Sección multimedia de la pág. oficial del Colegio de Inteligencia de INISEG, donde el usuario encontrará todo sobre el sector
PREGUNTA. 5.
La actual pandemia del Covid-19 que es una espada que pende sobre todos los continentes y a la que se deben enfrentar todos los pueblos, ¿supone a su juicio el preludio de nuevas formas de organización en las diversas sociedades?
Estamos en un momento de cambio secuencial, o quizás en el inicio o en medio de un punto de salida hacia un cambio de época. Esa es la cuestión. A mi juicio, el cambio de época descansa en acontecimientos globales sobrevenidos y en la necesidad existencial de superar con éxito las consecuencias. No solo aparecerán nuevas formas de organización social sino, y lo que es más importante, nuevas formas de relación.
Si la pregunta comporta un reconocimiento explicito o suposición de considerar el fenómeno Covid-19 como motor y consecuencia determinante de producir el supuesto, sugerido y analizable “cambio de época” la respuesta es NO. Si por el contrario, consideramos la crisis sanitaria y la pandemia que dilaga por doquier, como elemento propicio para cambiar o modificar los paradígmas actuales, la respuesta es SÍ. De la misma forma que no aparecen “fenómenos contraculturales” por la acción y consecuencias directas o inducidas por un acontecimiento concreto, sean guerras, crisis económicas y sociales, pandemias, momentos de gran necesidad vital y otros similares, no se modifican los comportamientos colectivos sin que concurran una serie de fenómenos que se interiorizan primero, se superan después y, en una tercera fase, conllevan un convencimiento colectivo y solidario de aceptación de nuevos paradigmas de conducta, de vida personal y social, y de cultura compartida por sociedades reflexivas. Es decir, mediciones a escala planetaria. Ese convencimiento colectivo de estar en otros escenarios, de la necesidad de encontrar “nuevos paraísos” es el punto de análisis mediante el que se distinguen los cambios generacionales, de los cambios epocales.
Vivir y sobrevivir, no es un detalle sin importancia, cuando a nivel global “planea” un agente letal que no distingue colores, que no distingue sistemas de organización y no tiene frenos visibles según los niveles de desarrollo. Esta es la cuestión motriz que me lleva a considerar que nos podemos encontrar ante la necesidad de buscar y proponer una nueva mirada a un mundo nuevo.
La razón es sencilla. Una nueva mirada es necesaria para aproximarse y comprender las causas y los efectos que inevitablemente se producirán cuándo se supere, en todo o en parte, los perniciosos y trágicos momentos que nos toca vivir. Se citan voces que piensan que en cada situación de crisis planetaria se sucede la llegada de una revolución, así sostiene Boris Cyrulnik, que como neurólogo y psiquiatra ha estudiado los comportamientos.
Mantener la serenidad en un contexto de incertidumbre y miedo, es una de las cualidades mas apreciables de una sociedad que se proyecta hacia el mañana. La alianza mas necesaria para superar los componentes negativos, tanto físicos como mentales, es la confianza. Tengo confianza en la sabiduría acumulada por los individuos, los grupos y las sociedades que, en los diferentes sistemas sociales y en las sucesivas etapas históricas, han desarrollado para seguir y progresar en el marco mundial.
La inteligencia, despojada de la soberbia, nos permite jugar con apoyos, esgrimir ventajas y ahuyentar el miedo, puesto que de ello se trata. La humanidad no ha entrado en una dimensión desconocida, en un terreno inaccesible, sino que el estudio y las fuentes de pensamiento nos permiten asociar a todas las argumentaciones una conclusión bien esperanzada, ponderada y evaluada: Saldremos de esta crisis sanitaria, porque tenemos confianza, generamos ciencia y sabemos compartir los resultados.
La resiliencia social de la que hoy podemos presumir, de una parte nos permite vencer el miedo que se acumula como mecanismo de defensa y que es inevitable superar; de otra parte, la definición de las causas que han incidido de forma directa para poner en dificultades o cancelar las ansiadas cotas de confort personal y colectivo anterior, nos capacita para comprender la situación, mejorar las defensas sociales y organizar el futuro en común de manera diferente.
Sería una cobardía inaceptable no evaluar las causas que nos han conducido a este desastre, a está trágica situación. Sería necio negar la realidad. Estamos sobrepasados por una pandemia y la falta lucidez nos lleva a acumular histeria. Al mismo tiempo, necesitamos contar con la opinión de los más capaces. Son varios pasos a seguir de manera secuencial y no podemos hacernos trampas y recurrir a atajos aventurados. Debemos en particular, ser conscientes en primer lugar que es imprescindible acceder a las mejores informaciones, en segundo lugar desarrollar un marco científico y teórico con las mas fundamentadas conclusiones y, en tercer lugar, facilitar todo el conocimiento disponible, sin restricciones y en tiempo útil, a los responsables de la toma de decisiones.
Proponer ahora la convicción que animaba a Chesterton a concluir “a cada siglo lo salva la inmensa minoría que se opone a los criterios de la inmensa mayoría” no es aprovecharse de una argumentación fácil del pensador francés, sino perseguir sin descanso la calidad y la eficacia de nuestras fortalezas y valorar con una nueva mirada el nuevo mundo que ya está llegando.
La obligación de un espacio de conocimiento y de toda “accademia” que promueve la cultura de inteligencia, es encontrar la cabeza pensante y evitar o sortear las otras nueve cabezas que embisten, como diría don Antonio Machado.
PREGUNTA. 6.
¿Escuchar que nos adentramos en un nuevo mundo con una nueva mirada para comprender el devenir de los modelos sociales significa para usted que hemos perdido la confianza en el orden actual?
Pensar en un Nuevo Mundo y desear su llegada, no representa ni esconde la intención de destruir la morada actual, la residencia que nos ha cobijado y guarecido hasta ahora, testigo de nuestro devenir humano y que deberá resistir hasta que nos podamos construir una “casa nueva”.
Hemos conseguido levantar un edificio social y colectivo como ninguna otra generación anterior había soñado alcanzar. Los cimientos son sólidos y, por fuerte que sean los vientos y la tormenta, soportarán la presión y los envites, resistirán las tempestades y seguirán siendo los fundamentos que aguantan el armazón de nuestra casa común.
Otra cuestión innegable es la que representa y aparece con la fatiga de materiales. Me refiero a los soportes necesarios para acreditar las deseadas condiciones de habitabilidad.
Tras el enorme trauma colectivo, físico, psicológico y cultural; así como las enormes regresiones económicas y sociales que estamos sufriendo con el desarrollo exponencial de la crisis sanitaria y, en algunos lugares, verdadera eclosión pandémica, aparecerán momentos de estrés y agobio social, donde será necesario contar con la segunda gran cualidad del ser y de las comunidades humanas: La adaptación.
¿Pérdida de confianza? Al contrario, examinando los cien últimos años (1920 – 2020) los progresos son enormes. Hoy, ahora la secuencia histórica nos permite concluir: La sociedad es mejor, más preparada y más reflexiva, más fuerte y más independiente. ¿Acaso queremos pensar que el grande laboratorio que supuso el Siglo XX (trágico y solidario) porque ambas horquillas tienen que ser tenidas en cuenta, debe ser superado, olvidado, denostado? No. Sería nuestra derrota como humanidad que avanza de generación en generación, paso a paso, en ocasiones con mas dinamismo, pero que siempre, siempre, desea dejar el mejor sustrato de conciencia colectiva y de compromiso moral. Yo quiero entenderlo así.
Acaso no fuimos capaces de firmar paces y de superar los odios, las hambres y barbaridades mas sangrientas de los años más trágicos para la Humanidad. No se encontraron salidas pactadas a las enormes e injustas diferencias económicas ya en 1944 con los acuerdos de Bretton Woods. Y todo para conservar la paz, frente a los antagonismos de la guerra fría. No supimos crear una Organización de Naciones Unidas que ha conducido las relaciones internacionales hasta aquí. No fuimos capaces de proclamar en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ni las guerras y los conflictos mundiales, ni las ideologías totalitarias, ni los mundos enfrentados, ni los intereses mas egoístas, ni los muros levantados, ni la búsqueda excluyente de la hegemonía, ni la ruptura soberbia y unilateral de los grandes pactos, ni toda la vulneración de los derechos humanos que se ha producido en todos los continentes, ni las crueles heridas infringidas a los más vulnerables, ni todo el mal que hemos causado al Planeta Tierra, nos pueden llevar a una conclusión pasiva y derrotista. Fue el más grande de todos los siglos, con sus luces y sus sombras, con sus miedos y sus hambres, con su desigualdad repugnante, con sus muros y la necedad de algunos, pero con las mejores conductas solidarias de muchos y con la esperanza de todos. El siglo XX contó con la ciencia y la relatividad y además con grandes espacios de libertad y paz, pero hoy necesitamos el mejor de los impulsos y una nueva mirada.
Que nadie pretenda olvidar o desprenderse de los momentos vividos en el Siglo XXI, porque estaríamos pregonando que se volverán a repetir. Ya estaban entre nosotros los primeros albores de las nuevas tecnologías, había aparecido internet y se desarrollaba a la velocidad de luz, y nunca mejor interpretado. El mundo, sin saberlo con certeza, se apresuraba a enlazarse y las nuevas tecnologías se apresuraban a darnos un abrazo global. Las gentes desconocían incluso los efectos que aparecerían en primer día, en el primer instante del nuevo milenio.
La realidades tecnológicas globales, movieron montañas de especulaciones financieras, nunca vistas en la economía mundial de producción y de futuros, que legaban sin bases aparentes y que, como es natural, en un momento determinado sucumbieron como castillo de naipes. Las mismas viejas prácticas movidas por la “obscenidad de las ganancias” devolvían ruina y desconfianzas.
Desconfianzas y rencores que también se daban cita en los primeros meses del nuevo siglo en las concentraciones de todo tipo de elementos, grupos, colectivos y movimientos ante las reuniones de los hombres potentes que supuestamente dirigen los destinos de las economías del planeta, como sucedió en la ciudad de Barcelona con la conferencia del Fondo Monetario Internacional en junio de 2001, o aquellas del mes de julio en la ciudad de Génova durante la Cumbre del G-8. La contestación global había llegado de forma repentina y la violencia también. Miles y cientos de miles de sujetos atraídos por las mas diversas aventuras ideológicas, podían verse en el centro de los focos de tensión de unos grupos organizados y seudo – revolucionarios con un solo objetivo: destruir y pasar a fuego una ciudad violentada e identificada como escenario propicio de todas las contradicciones.
No terminaría el año sin presenciar la más grande conmoción colectiva que jamás se había vivido en directo y a escala mundial. Amaneció el 11 de septiembre en los Estados Unidos de América, y en aquella fecha millones y millones de personas contemplaron atónitas (ellos y nosotros) una secuencia de episodios inimaginables y con un impacto universal. Fuera de toda lógica racional y con toda la carga de vileza moral que una mente humana puede acumular, el mundo asistió sin palabras y sin ninguna respuesta, como se perpetraba un crimen ideado por alguien siniestro y con una crueldad fuera de toda medida. Las gentes se preguntaron los ¿porqué? y el mundo se interrogó a sí mismo, a la espera de reacciones. Ante un cruel acontecimiento tan desmesurado, es evidente que asimilar y reaccionar, no son acciones que caben en el mismo envoltorio.
Ni siquiera había conseguido dar nuestro planeta una vuelta al astro sol, cuando ya se disponían formidables escuadras armadas para “responder” a los ataques sufridos. Así se inician las guerras de legitimidad, primero en Afganistán y en el año 2003, aquella noche del 20 de marzo, en Iráq. Qué escaladas tan aventuradas, que ciega confianza en los medios militares, que embrujadas mentiras llevaron a mover y remover conciencias y voluntades. Qué divisiones creadas. Qué legitimidad mas contestada y, en definitiva hasta hoy, qué resultados más protestados e indeseados.
Solo unos años para llegar a las grandes crisis económicas y financieras globales, que hunden a países y gentes con unas caídas de producción y de trabajo tras el 2008 y, en particular, con la “pérdida de las euforias” que nunca debieron alimentar y presidir el desarrollo social de los pueblos y sus legítimas esperanzas de mejorar a costa de “eliminar la prudencia” según la propia opinión que sostengo, para definir de manera no técnica las causas y preludio del crash del 2010, convencido que economistas y doctos profesores lo explicarán mejor.
En la imagen: lo que representa las estrategias de Inteligencia para una organización, donde los profesionales se enfrentan a verdaderos tableros de ajedréz para llegar a hacer el jaque mate de la verdad
No había posibilidad de dar marcha atrás y el orden mundial seguía su apresurado paso en busca de nuevas hegemonías, escenarios de decisión multipolar y todo, todo, bien alimentado con los impulsos de la globalización tecnológica y el crecimiento del comercio mundial. Los grandes totem estaban y siguen en marcha, globalización tecnológica y comercio mundial. Se está a la espera, hasta ahora, de que llegue un elemento o actor decisor hegemónico global, con los disfraces que se precisen para cada fiesta y con las pinturas de paz o de guerra, según convenga a la situación y los intereses a defender. ¡Ojalá sean varios a decidir, con sabios liderazgos y con sanas conductas a plasmar en la práctica!
La superación de todas las amenazas, era y es el mayor desafío general. Es así. Caminando con un paso desigual hacia la recuperación lenta de los estragos producidos por las crisis, se pretende abrir camino y asentar un nuevo germen de convivencia pacífica, que alguno con un interés no explícito definió como “las primaveras árabes”. El resultado, un gran fracaso. De manera contemporánea, aparece en el escenario del laberinto iraquí, que no recupera el pulso democrático y pacifico, pese a los intentos y ayudas, una llamada político religiosa para la creación del “estado islámico” y todas las hidras del terror se desatan y la insoportable violencia viene publicitada e idolatrada como la acción mas redentora de la conciencia para todo “buen musulmán”.
Los conceptos equívocos e integristas se apoderan de gentes, pueblos y comunidades. Qué pena! La prevención del radicalismo islámico y la lucha contra el terrorismo internacional, se convierten en el mensaje de la comunidad global. Todos los foros nacionales e internacionales desarrollan prioridades y políticas de seguridad nuevas. El envite es colosal y no es un juego entre azarosos y localizados escenarios. Desde el primer momento se observó y analizó el nuevo fenómeno terrorista. El director de FBI en sede de EUROPOL en septiembre de 2014 así lo sostenía en el foro de Directores de Policía, y solo habían transcurrido dos meses desde su aparición.
Y luego llegó 2015 y el terror apareció en París en enero, y en otros lugares de Francia y Bélgica y de nuevo la secuencia interminable de los ataques de aquella noche del 13 de noviembre en París. Solo menciono el escenario europeo, pero no me olvido la cruda realidad que se vivía en África, Oriente Medio, Asia y la Federación Rusa. Se pensó que superar el año 2016 tras los atentados en Bruselas, Niza, Londres, y decenas de atentados por Gran Bretaña, Francia y Países Bajos, hasta llegar a Berlín, había sido un gran reto y lo fue. Manchester y Barcelona en 2017 mostraron la sencillez del macabro mensaje nacido en un púlpito en Mosúl “venir a hacer la Yihad y si no podéis desplazaros, construir el estado islámico en vuestros territorios”. Combatir el terrorismo de manera eficaz y prevenir el radicalismo violento, fue el trabajo más intenso de todos los servicios de seguridad e información. La inteligencia y la tecnología fue puesta a disposición de ese objetivo y, como en el caso de Francia, hasta casi dos años de políticas y medidas de excepción prorrogadas por la Asamblea Nacional.
El siglo XXI había conseguido superar desafíos y amenazas de enorme calado y, sin embargo, estamos aquí, confinados y de nuevo postergados por un acontecimiento viral, y no entendido en sentido figurado, sino real…….
La humanidad espera de nosotros, de todos los que mueven el pensamiento crítico, la cultura y la ciencia una nueva mirada. Un desarrollo con nuevos criterios y mayor humanidad. Sí, estoy convencido, con una nueva mirada es posible y aparecerá otro mundo.
Con una nueva mirada esperanzada para seguir creyendo en la bondad de las gentes, en la capacidad de ser y de querer en un mundo mejor. No se trata solo de una aproximación teórica por parte de los investigadores que encuentren en “El College” un espacio de conocimiento y divulgación, sino de reflexión aplicada a nuestros modelos de vida y de desarrollo.
No es mirar por mirar, desde un Colegio de Inteligencia como el que propone INISEG, no tendría ninguna justificación y para ese viaje no necesitaríamos los aportes del conocimiento y de la ciencia, con esa nueva mirada se deberán ofrecer argumentos para entender, comprender y avanzar hacia un mundo nuevo, en el que aparezcan nuevos significados en los conceptos de libertad, de igualdad, de justicia, de solidaridad y de seguridad.
Con una nueva mirada comprometida con los objetivos que la humanidad se ha fijado para este milenio, siguiendo los criterios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y que vieron la luz en septiembre de 2000, con el consenso de los lideres del mundo reunidos en Nueva York para realizar, tras más de diez años de trabajo, la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, alcanzable por la ciencia, la solidaridad y la justicia.
INISEG hace suyo el compromiso de Naciones Unidas y desea del modo mas ardiente y sincero que su contribución, por medio de “El College” incite a los colaboradores y propicie trabajos y aportaciones de calidad en cada una de las áreas que describen los 8 ODM:
Erradicar la pobreza extrema y el hambre. Lograr la enseñanza primaria universal. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer. Reducir la mortalidad infantil. Mejorar la salud materna. Combatir VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Con una nueva mirada con la que podamos, con sinceridad y generosidad, encontrar respuestas a las grandes cuestiones de siempre y que son las mismas de siempre:
¿Quién somos y qué queremos ser?
La inteligencia ofrece mecanismos de salvaguarda y acción. La inteligencia proyecta tanto las decisiones proactivas, como los mecanismos reactivos. La inteligencia y el trabajo, desde cualquiera de sus acepciones y apellidos, facilita la comprensión, que es la verdadera herramienta social para las comunidades.
PREGUNTA. 7.
¿Cuales son a su juicio las áreas prioritarias en las que debería centrarse la actividad y la creación de inteligencia en “El College” para contribuir a conseguir los horizontes que ha desgranado con tanta fe?
El talento disponible que se aproxime a esta ventana de libertad, como es “El College” de INISEG, encontrará la puerta abierta. El pensador que desee por medio de su participación difundir sus reflexiones y posiciones en todas las áreas prioritarias y aquellas otras de interés en las que cada colaborador desgrane su producción intelectual, solo encontrará un límite intrínseco, la licitud de sus contenidos. Del mismo modo que, las lindes o las definiciones externas solo encontrarán la frontera de la excelencia y la verdad, pasos obligados para acceder a un territorio fértil para las labores del conocimiento y las tareas que suponen el análisis, la elaboración, la prospección, la fijación de tendencias y la ayuda técnico científica para el diseño y aplicación de actividades productivas, de organización, de servicio y de propulsión social. Nadie tiene todas las respuestas y, conscientes de ello, INISEG se proyecta hacia la creación y la comprensión. Como diría Platón: Hacia el Mundo de las Ideas y de las Personas.
Una nueva mirada al nuevo mundo que llega representa, en primer lugar, reconocer que la condición humana y su dimensión natural de sociabilidad se mueve, desde sus orígenes, en dos aspectos básicos, de una parte vivir y sobrevivir, y de otra parte, la permanente adaptación.
Hoy la inteligencia, junto a los métodos de aproximación al conocimiento que aporta la visión empírica de los hechos y los axiomas, cuenta con la fertilidad de los recursos que han llegado desde la experimentación y con unos elementos cualitativos de enorme significación. Es decir, la ciencia imprime una riqueza intelectual, como jamás antes en ninguna otra secuencia histórica anterior, se había producido.
No me reconozco en los brazos de ninguna cultura iconoclasta, pero se que corren algunas gotas de sangre jacobina en mi interior y en mi dimensión intelectual y social, que han labrado mi discurrir histórico personal y se ha alimentado de los beneficios de todo el “saber” de mis mayores. Nadie se ha construido solo y, el que así lo crea, representa la negación de los demás y, por tanto, es muy recomendable apartarse de él. El contenedor cultural e intelectual que todos portamos, es fruto de los bien denominados hoy “sesgos cognitivos” y de la evolución del proceso de inteligencia que, en cada caso, nos ha permitido reconocer los decisivos factores tecnológicos, el incremento de habilidades personales y sociales y, además, la poderosa cadena de transmisión de competencias.
El Colegio de Inteligencia de INISEG, se adentra en espacios apasionantes puesto que ninguna tarea es más importante, como diría Diógenes, que aquella que conduce a buscar y encontrar talento para descubrir los escenarios que nos aguardan y esperan en el camino. El guía hoy en cada trayecto, como ayer Virgilio acompañó a Dante, será “el maestro” el pensador, el investigador y el científico que faculta y promueve el esfuerzo y el hambre intelectual para que sea imposible e impida que la cadena de la transmisión del conocimiento se rompa.
El “College” buscará con los pensadores mas generosos, las luces que permitan auspiciar la llegada de nuevas convulsiones sociales, disfrazadas o envueltas en todo tipo de crisis a las que ya ha tenido que enfrentarse la Humanidad (con mayúscula) y que viviendo entre dificultades, ha sobrevivido. El foro de pensamiento que abre sus puertas impulsará la necesaria aparición de nuevas ideas que desarrollen las valiosísimas características de los valores y de los principios que han sostenido nuestro quehacer solidario y global.
Las experiencias vividas y su lectura atenta y comprometida nos aportarán conocimientos para llegar a definir los bordes del nuevo paradigma trasversal que alcanzará el representar contextos internacionales nuevos, cambiantes y focalizados en escenarios muy diversos. Nadie podrá evitar que se llame a su puerta y se pida su colaboración, cuándo la desigualdad prolifera sin frenos en enteras regiones planetarias a ritmos desembocados.
Nuevas ideas, porque en África se saquea el continente y las poblaciones no encuentran un desarrollo adecuado. La fotografía “África 2019” que retrata el entero continente la editorial Mundo Negro de los misioneros combonianos, no es un simple ejemplar de un número más de la colección a conservar. Las nuevas ideas se deben unir a soluciones tecnológicas para prevenir nuevas convulsiones, que en ese escenario se traduce como hambrunas, miserias, inseguridad, radicalización y botín de los potentes. Cierto que aparece un escenario casi apocalíptico, donde el hambre, la guerra, la muerte y la peste, están al acecho.
No, no quiero acudir a los informes y documentadas aportaciones anuales del Fondo Monetario Internacional, ni presentar los documentos y análisis de las agencias especializadas de la Organización de Naciones Unidas, con particular referencia a FAO y PMA, porque tendría que adentrarme con el mismo ímpetu en la mayor parte de Asia, con niveles de semi – esclavitud insoportables, con ínfimas condiciones de salubridad y contractuales, además de niveles asfixiantes y arbitrarios en los grados de desarrollo económico y tecnológico.
Iberoamérica, en fin! merece un punto y aparte en mi respuesta. Allí se mezclan todas las culturas, todos los pensamientos y no pocas vanidades. Es el cruce de posiciones encontradas en horizontes nubosos desde donde tan pocos dominan a tantos. INISEG que mantiene una relación preferencial con el mundo Latinoamericano, contribuirá con específicas aportaciones del “College” a la misión que concita, con vientos favorables, un escenario intelectual compartido y humano: La búsqueda de talento para crear desarrollo social y económico, y contribuir de manera sincera a fortalecer la voluntad de convivir en libertad.
Hoy la pérdida de confianza en el orden actual es muy relevante, como escribía Leonardo Boff en el año 2011, reafirmándose en las posiciones que ya había sostenido en 2005 en su obra “Virtudes para otro mundo posible” y que se ha puesto de manifiesto en grandes capas de las sociedades Iberoaméricanas, al considerar de hecho que existen mecanismos que abocan al desorden, a consecuencia de que la globalización económica no ha dado origen a una globalización política, concreta en su tesis, muy contestada desde otros ámbitos del pensamiento, e invadida de pesimismo al asentir que es la lógica del individualismo la que destruye la – casa común – aumentando el número de los que ya no quieren convivir más.
En la imagen: lo que representan las distintas actividades a las que se enfrentan los profesionales de la inteligencia en seguridad y defensa
Sin embargo, dicho lo anterior, cabe poner en evidencia que la situación hoy, respecto al orden internacional, ni preludia ni acompaña en ninguno de sus extremos a las “tesis de abril” de Lenin en 1917, sosteniendo sus dos argumentos centrales: no a la guerra (1ª Guerra Mundial) y escenarios políticos para la toma del poder. No comparto tan pobres argumentos para incitar la rebelión de las masas.
Fortalecer la voluntad de convivencia pacífica y en libertad, es el mayor reto del talento a disposición de las sociedades, puesto que no caben recetas simples para resolver cuestiones complejas y, en particular, como sostendría Weber, no soportan un análisis con elementales garantías de concreción, cuando se habla de aplicar mecanismos viables a las nuevas formas de organización social.
Flaco favor haríamos, desde el pensamiento crítico y la verdad, si no quisiéramos tener presente las grandes batallas ganadas en el Siglo XX y, en este momento, la progresiva y permeable extensión de los beneficios del estado de bienestar que trata a los ciudadanos como iguales, y donde la justicia social, la solidaridad, la igualdad de oportunidades, la responsabilidad social y las libertades, adquirieron un desarrollo exponencial digno, sin duda, de la mejor etapa histórica de tantos “renacimientos” que en el mundo han sido.
Llegará, está llegando ya un nuevo renacimiento y una prueba de ello es la puesta en marcha de nuevos foros de pensamiento y de acción, de exaltación de la persona y de la naturaleza, del fundado aprecio por la belleza y por la verdad, de la encendida defensa de la libertad y de la igualdad, del necesario abrazo de las mejores ideas con los mejores sentimientos, de la imprescindible solidaridad entre los pueblos y, en definitiva, de la esperanzada nueva mirada al nuevo mundo.
La fotografía descrita, requiere de concretas precisiones, puesto que los escenarios mantienen una exposición permanente a rupturas, cambios y desencuentros. Por tanto, el trabajo y su concreción debe tener siempre, a mi juicio, un carácter finalista, es decir, apropiado a la resolución de problemas y a la superación de dudas. En definitiva caracterizado por tres elementos prioritarios destacados:
1. El rol de la inteligencia es hoy más estratégico que nunca. 2. El examen de las tendencias mundiales y su interpretación. 3. La necesidad de ayudar la toma de decisiones en tiempo útil.
El realismo nos permitirá descubrir que hemos entrado en una época donde las denominadas “culturas híbridas” y las formas de comunicar propiciarán, al mismo tiempo, alumbrar y confundir, sumar y restar, además de limitar las alternativas, puesto que en esta travesía histórica, las limitaciones también alcanzarán a las disponibilidades financieras para la ciencia y los presupuestos de seguridad y defensa en numerosos Estados, aunque los escenarios afectados por las amenazas de la desinformación, por los ciberataques y las amenazas no convencionales (NRBQ) y el terrorismo, alimentan la preocupación y crecen por el mundo global e interdependiente en el que nos encontramos.
Ojala! podamos aportar apoyos e información a estos retos tan importantes desde “El College” y además, pudiéramos concretar con confianza los logros alcanzados ya por el impresionante programa Innovation 2020 de la Academia China de las Ciencias, impulso de la investigación básica. El programa vinculado al impulso decidido con las tecnologías, el crecimiento económico y la reducción de la dependencia exterior; así como a las 7 áreas principales definidas, desde la energía nuclear, la medicina regenerativa, el carbón, la ciencia de los materiales, las tecnologías de la información, para finalizar con la salud pública y el medio ambiente. Que momento para analizar el escenario de China, entre el Covid-19 y la emisión de los efectos de su contaminación al Planeta.
Pero de igual manera podríamos concentrarnos y aportar datos sobre los avances en la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de los Estados Unidos de América, ARPANET y del programa impulsado por el Presidente Obama en 2011, y que aporta grandes beneficios científicos a la Administración Federal Americana, junto con las ventajas que llegan desde los sectores tecnológicos privados más avanzados de California y de otros Institutos Científicos.
Desde “El College” no se competirá con ninguno de estos gigantes del mundo científico y tecnológico, está claro; pero se utilizaran las mejores metodologías para entender y comprender los avances que se produzcan y la calidad de sus colaboradores, que en su afán de analizar, producir y asesorar, sabrán observar, escuchar y compartir.
Estoy convencido que aparecerá un nuevo panorama estratégico global, donde los elementos disruptores estarán ligados a las nuevas tecnologías, su gestión y su difusión; donde la biotecnología, la microelectrónica y las redes de acumulación de datos y de perfiles digitales, darán vida a nuevos poderes políticos y nuevos modelos económicos. Las líneas de investigación que se desarrollan en los campos de la inteligencia digital, de la ingeniería genética y de las energías limpias, confirman que nos encontramos en el centro de una ola tecnológica que modificará el escenario internacional y, como sostenía en las respuestas anteriores, en las formas de relación. Conocer la información, o tener un aliado que la conozca y esté dispuesto a compartirla conmigo, que será distinción de inteligencia o de sometimiento, complementará el amargo lamento “que investiguen otros”
INISEG ansia que no sea así, que el hastío y la sensación de derrotismo no se apodere de los que han de relacionarse con este “College” y que sean atentos observadores de la realidad, perceptores de los impulsos que se traducirán en tendencias y que aporten sus mejores ideas a diseñar proyectos, programas de acción y respuestas prácticas para clientes públicos y privados y a la promoción de una cultura de inteligencia.
El Colegio de Inteligencia que ha nacido en esta época crucial y única, será un Ateneo Virtual, una obra sinfónica por estrenar, un valle de tierra fértil para cultivar y un mar de encuentros. Todo ello cargado de realismo, porque la utopía nació ayer, y fue un niño con un pan debajo del brazo. El trabajo será apasionante.
Próximamente podrás ver el Vídeo de la entrevista aqui >>