Madrid, 11 jun (EFE).-
Un juez ha decretado el ingreso en prisión para un miembro del aparato financiero de Dáesh, el eslabón de la «oficina de remesadores» de la organización terrorista en Europa y encargado de enviar y recibir dinero en multitud de países europeos y árabes y que fue detenido el martes por la Policía Nacional.
Según informa este jueves la Dirección General de la Policía, las aportaciones de fondos tenían como finalidad reforzar la capacidad operativa de Dáesh facilitando la reorganización de sus debilitadas estructuras en Siria y el retorno de combatientes extranjeros a Europa.
La investigación policial ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaría General de Información bajo la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 1, cuyo titular ha decretado este jueves prisión provisional para el detenido.
En la operación, que ha contado con la colaboración de las brigadas de Información de Madrid y Ceuta y la agencia EUROPOL, se ha detenido a este hombre que, a pesar de su juventud, era un experimentado y especializado remesador, que hacía llegar a Siria el dinero procedente de simpatizantes yihadistas que ayudan por medio de sus aportaciones económicas a Dáesh, subraya la Policía.
Desde mayo del año pasado, la Policía ya ha detenido a tres supuestos yihadistas acusados de formar parte del aparato financiero de la organización terrorista.
La investigación comenzó tras el análisis de la información obtenida en dos operaciones previas y reveló la existencia de vínculos, conexiones y contactos comunes entre los tres detenidos.
Todos ellos habrían estado operando en la misma «oficina de remesadores», a través de la cual se realizaban los envíos de dinero a zona de conflicto.
Los investigadores detectaron cómo la estructura financiera utilizada por el último arrestado formaba parte de un entramado transnacional con vínculos en Europa, Oriente Medio y el norte de África.
Según el resultado de las pesquisas, en Siria está establecida una estructura formada principalmente por responsables económicos y combatientes que trabajaban en estrecha colaboración para dar soporte económico a diferentes terroristas extranjeros y a miembros operativos de Dáesh en disposición de retornar a Europa.
Precisamente, los combatientes extranjeros contactaban a través de redes sociales con individuos «filoyihadistas» de diversas nacionalidades a quienes ponían en comunicación con el responsable financiero de Dáesh, quien solicitaba dinero para financiar la causa.
Ya en el país del simpatizante, los responsables financieros contaban con hombres de confianza, como el detenido, para que enviaran el capital que esos «filoyihadistas» aportaban.
Los envíos se efectuaban a través de distintos canales de transacciones monetarias pero principalmente por medio del tradicional sistema hawala, que permite enviar dinero a cualquier parte del mundo al margen del sistema financiero ordinario y la supervisión administrativa, explica la Policía.
Para ello, se emplea una red de mediadores que cobran una comisión por servirse de sus negocios para transferir los fondos al país deseado. Un intermediario en el país de destino lo recibe y lo entrega al destinatario final, que se identifica con un código que reconoce a los intervinientes en la transacción. EFE
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